La crisis económica internacional sorprendió a GAM en 2008 con una deuda de 765 millones, resultado de la expansión internacional realizada por Europa del Este, Oriente Medio, Hispanoamérica y Norte de África y, sobre todo, de las absorciones de competidores españoles, lo que le permitió erigirse en el líder ibérico del sector. Pese a las dos recesiones económicas habidas desde entonces, y al desplome del sector español de la construcción (su principal ámbito de actividad), la compañía, que acometió importantes ajustes de plantilla, redujo su deuda hasta los 283 millones por sus propios medios. Con el Plan Fénix y el apoyo bancario, la sitúa ahora en125 millones.