Más de 30.000 personas se manifestaron en Helsinki (Finlandia) contra los planes del Gobierno del centro-derecha para recortar los derechos laborales de trabajadores públicos: reducción del pago de las horas extras, las vacaciones y las prestaciones por enfermedad. Más de 300.000 trabajadores secundaron a su vez una huelga que paralizó los servicios ferroviarios, portuarios y la industria papelera.