La decisión de Arcelor de devolver la vida a las baterías de coque de su planta en Veriña ha sido recibida con aplauso tanto en Gijón como en Avilés, en medios políticos y empresariales. La inversión, que se suma a las de la acería LD-A y el tren de carril, se considera clave tanto para garantizar el futuro del sector como para renovar unas instalaciones que ya estaban agotadas.

El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, destacó que servirá para "dinamizar el sector y garantizar el futuro de la siderurgia integral en Asturias". La alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, incidió en que "no cabe otra cosa que alegrase porque todas las inversiones son buenas" y reiteró que ya había sido anticipada: "Nos alegramos que sea efectiva". Mientras, en el PSOE, Santiago Martínez Argüelles resaltó que "es la noticia económica del año" y añadió que supone "una inyección de moral y de optimismo para la región. Asegura la cabecera siderúrgica de Asturias a largo plazo".

En el mundo sindical, el responsable de la sección sindical de CC OO en la factoría de Veriña, Eustaquio Hevia Chirino, incidió que el futuro "debe pasar por las inversiones y no por recortes laborales y salariales" y recordó que la inversión es positiva, pero "se debería haber hecho primero". Fernando Díaz, secretario general de UGT Gijón, destacó que "gran parte de este éxito es de los trabajadores, que llevamos poniendo mucho de nuestra parte".

Santiago Rodríguez Vega, presidente del Puerto de Avilés, considera que la inversión da un respaldo total a la siderurgia en Asturias. "Es evidente que las baterías de coque de Avilés no tenían futuro, estaban obsoletas tecnológica y ambientalmente. Las baterías de Avilés no producen negocio porque desde antes de 2012 no se exporta carbón coquizado por el puerto de Avilés". También la Cámara de Comercio de Avilés expresó su satisfacción; "Asegurará la producción para cuarenta años y afianzará el futuro de la siderurgia en Asturias".