La presión de la competencia que llega desde China y Rusia asestó un duro golpe a la cuenta de resultados de Arcelor-Mittal durante el tercer trimestre. El gigante siderúrgico perdió 711 millones de dólares (unos 660 millones de euros) entre junio y septiembre. La empresa vendió menos acero en esos meses y lo hizo a un precio mucho más barato ante las acometidas de sus rivales orientales. Esa estrategia le llevó a entrar en números rojos también en Europa (perdió 27 millones de dólares) después de siete trimestres en positivo. Ante este panorama, el grupo anunció una serie de cortafuegos para protegerse de las exportaciones chinas, que incluyen una reducción en las inversiones, además de suspender el pago de dividendos entre sus accionistas. Arcelor dice estar convencida de que estas medidas le ayudarán a que sus resultados vuelvan ser positivos en 2016.

Fuentes de la empresa precisaron que las importantes inversiones a realizar en las plantas asturianas no se verán afectadas por los recortes, aunque matizaron también que los lugares e instalaciones donde se van a realizar aún están por precisar. El grupo aprobó en junio una inversión de unos 150 millones de euros para ampliar la acería de Avilés y realizar mejoras en algunos talleres que permitirán fabricar nuevos productos. Unas semanas más tarde, a finales de septiembre, dio luz verde a un desembolso de cien millones para reconstruir las baterías de coque de Gijón. Lo que está por ver es si los recortes podrían afectar a las avilesinas. El grupo se había comprometido a estudiar si realizaba mejoras en esta instalación, e iba a hacer pública su decisión en los próximos meses.

De un trimestre a otro, el grupo Arcelor redujo sus ventas en más de 1.300 millones de dólares, su ebitda (resultado antes de pagar impuestos, costes financieros y amortizaciones) bajó en 48 millones y la producción de hierro y acero cayó. Lakshmi Mittal, presidente y accionista hegemónico de la empresa, achacó directamente estos malos números a la competencia de China. "La difícil coyuntura del mercado ha seguido deteriorándose en los últimos meses, debido en gran medida a nuevos descensos en los precios de los productos siderúrgicos motivados por los niveles de precio excepcionalmente bajos de las exportaciones chinas", aseguró. Y eso pese a que, según destacó, las medidas de ajuste y de ahorro de costes que viene aplicando Arcelor le han ayudado a aminorar el golpe. El magnate dice no estar satisfecho con la actuación de algunos gobiernos ante la avalancha de importaciones orientales. "Aunque estamos convencidos de que nuestras actuaciones son las apropiadas, existen importantes cuestiones que deben abordar los países, relacionadas con las prácticas comerciales desleales". Mittal apunta así directamente hacia la UE, que ha de decidir si concede a China la condición de economía de mercado, lo que le permitiría exportar al Viejo Continente con más facilidades.

Los mismos argumentos utilizó su hijo y director general de Arcelor en Europa, Aditya Mittal, para justificar los malos resultados del grupo en el continente. "Los niveles de importaciones están en cotas récord y seguirán aumentando, lo que está afectando a los precios. Hay varias investigaciones antidumping en curso, pero el proceso es lento. Ha de ser más eficiente para proteger de forma efectiva y justa a los productores siderúrgicos europeos frente a las prácticas comerciales desleales". Aún así, el grupo prevé una mejora de la demanda durante 2016 en Europa.