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Las perspectivas de la economía regional para el nuevo año (y 5)

Los servicios tiran del empleo... la construcción no despega

El comercio, la hostelería y el transporte mejoran su negocio gracias a la recuperación del consumo y vuelven a contratar, tras años de fuertes ajustes de plantilla | Los proyectos de edificación visados en 2015 y la licitación de obra pública anticipan otro año de dificultad en el sector l La rehabilitación sí mejora

Los servicios tiran del empleo... la construcción no despega

Más turistas, más consumo y más negocio. El año que se apaga ha supuesto un respiro para el sector de los servicios asturiano, tras años de asfixia y de ver cómo la caja, al final de la jornada, menguaba a medida que la crisis se recrudecía. El comercio, la hostelería y el transporte crecen en actividad y facturación a un ritmo cercano al que lo hace la actividad económica del país, lo que está moviendo a parte de las empresas del sector a reforzar sus plantillas, ajustadísimas tras el duro golpe que supuso la Gran Recesión.

El sector coge algo de aire, aunque los empresarios no las tienen todas consigo y temen que esta mejoría pueda perder fuelle en 2016. Que se consolide dependerá de varios factores, entre ellos, que la confianza avive el consumo. La inestabilidad política puede ser un elemento de riesgo, avisan las organizaciones del grupo.

A finales de noviembre, el sector servicios contaba en Asturias con 260.683 afiliados a la Seguridad Social. Supone un 2,1% más que un año antes, la mayor subida entre todos los sectores, pese a que ese mes no fue especialmente bueno para el empleo. Los sindicatos reconocen que ya se está notando más movimiento y que ello se traduce en más contratos laborales. Eso sí, la mayoría son temporales, y muchos, a tiempo parcial. El terciario es el sector que soporta, denuncian las centrales, las mayores tasas de precariedad laboral.

El comercio. Mes a mes, las ventas han ido creciendo, aunque de forma moderada, según los comerciantes. El Instituto Nacional de Estadística (INE) señala, en su índice de ventas al por menor, que la facturación del sector en Asturias aumentó un 2,1% en noviembre, acumulando tres meses de ascenso. "La impresión que tenemos es que realmente hay un repunte de las ventas". El que habla es el presidente de la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño, David Argüelles, quien augura un 2016 "incierto". "Esperamos que sea el de la consolidación, pero está por ver", señala.

Al sector aún le queda el último tirón de la campaña de Navidad. Es una temporada de ventas que arrancó muy fuerte gracias al llamado "viernes negro" ("black friday") importado desde Estados Unidos, un día de fuertes descuentos que se celebró a finales de noviembre. Ahora bien, algunos dirigentes creen que el negocio ha quedado por debajo de las expectativas iniciales en las últimas semanas. Magdalena Huerta, secretaria general de la Federación Asturiana de Comercio (FAC), explica que "el año comenzó con el consumo retraído, pero creció en la primavera y las rebajas, por primera vez en varios años, aunque el repunte no fue generalizado". Pese a las incertidumbres, se ha empezado a recuperar parte del mucho empleo perdido en la crisis.

Hostelería. En las terrazas, bares y restaurantes asturianos hubo más clientes este año que el anterior, aunque el consumo de cada uno de ellos continúa estando contenido, aseguran los hosteleros. Pero la mayor afluencia sí que se está dejando notar en las recaudaciones, que mejoran. "Se ve una mayor alegría, hay más clientes, y aunque el gasto por persona no sube, sí que lo está haciendo la facturación, aproximadamente un 10%", afirman desde la patronal turística de la región, Otea.

Los precios se mantienen estables. Los menús de los restaurantes, señalan desde Otea, siguen ajustados. La patronal tiene una opinión muy similar a la de los comerciantes y augura que el consumo y el gasto de los hogares mejorarán si se afianza el crecimiento económico y se "estabiliza" la situación política.

Hoteles. En la misma línea, 2015 quedará en la cuenta de resultados de los hoteles asturianos como el año en el que sus negocios volvieron a ganar rentabilidad. Hubo muchos más turistas. La ocupación media, hasta noviembre, estuvo en el 37%. Otea asegura que "es poco, pero es más que otros años". Las pernoctaciones mejoraron un 12% y en el verano se superó la histórica cifra del millón y medio de turistas. Aprovechando la coyuntura, algunos establecimientos han subido sus precios. La rentabilidad ha crecido un 5%, señala Otea.

Transporte. A remolque de la mejora de la industria asturiana, los transportistas asturianos están consiguiendo hacer crecer sus resultados. El presidente de la patronal Asetra, Ovidio de la Roza, cifra el incremento de la facturación en el 2,5%. Y las perspectivas son buenas para 2016. Se crece y se invierte en modificar las flotas. El líder de la otra patronal del sector, Cesintra, Alejandro Monjardín, resalta el fuerte incremento de las ventas de camiones en Asturias durante 2015. Un síntoma de mejoría.

Los indicadores sobre empleo y empresas sugieren que el colosal ajuste de la construcción asturiana pudo tocar fondo en 2015, pero la información disponible sobre expectativas de obra pública y edificación residencial no permite concluir que 2016 vaya a traer un despegue diáfano de la actividad y la contratación en un sector que durante el ciclo de expansión de la economía alcanzó un peso y una dimensión inéditos, a caballo del auge de la vivienda y, singularmente en Asturias, de la obra pública.

Aun sin estar la región entre aquellas donde la fiebre inmobilaria fue más intensa, el peso de la construcción llegó en 2008 al 10,9% del PIB asturiano, por encima de la media española (10,2%). Entre ese año y 2014, el sector quedó reducido a la mitad (5,9% del PIB en 2014) como también ocurrió con el empleo (50.000 trabajadores en 2007, menos de 24.000 en 2014).

A Asturias le quedan unas 1.500 empresas acogidas al convenio laboral de la construcción y la obra pública, número que se ha estabilizado en 2015. Y el sector tiene unos 15.000 asalariados y algo más de 9.000 trabajadores autónomos. Las cuentas hasta noviembre de este año indican que el número de cotizantes a la Seguridad Social también se estabilizó e incluso creció muy ligeramente (0,8%), para situarse en 24.165.

¿Ha concluido el ajuste de la actividad constructora? Algunos observatorios económicos (Hispalink o Funcas) estiman que ya en 2015 aportó crecimiento al PIB. No obstante, los indicadores que informan anticipadamente de la actividad del sector a unos meses vista son débiles. Los visados de obra nueva tramitados en 2015 para edificar viviendas muestran que el número de pisos y casas proyectados (514 hasta octubre) es incluso menor que el tramitado en 2014. El ritmo de compraventas de viviendas y el tamaño del stock hace pensar que la actividad sí podría repuntar con más fuerza desde 2017. La rehabilitación mejora (23%), pero no basta para despegar, avisa la patronal.

La licitación de obra pública, la otra gran pata del negocio, continúa cayendo (-39,9% hasta septiembre). La ausencia de Presupuestos en el Principado agrava las malas expectativas, y el sector constructor podría volver a perder empleo en 2016, denuncian las empresas.

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