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El "bipartidismo" sindical resiste

UGT y CC OO retienen su hegemonía electoral entre los trabajadores de Asturias, aunque sufren desgaste en favor de otras organizaciones

El "bipartidismo" sindical resiste

El proceso de elecciones sindicales que desde hace más de un año se desarrolla en Asturias está alumbrando un panorama caracterizado por el mantenimiento de la hegemonía de CC OO y UGT, las dos organizaciones de clase que desde la Transición se han disputado dentro y fuera de la región el liderazgo en la representación de los trabajadores. Al contrario de lo que ha ocurrido en el ámbito político, el proceso electoral para renovar delegados y comités de empresa no está marcado por la aparición de movimientos alternativos que hayan puesto en peligro las mayorías tradicionales. No obstante, se aprecia en UGT y en CC OO un desgaste que ha favorecido a rivales más pequeños.

Las elecciones sindicales se celebran cada cuatro años, pero no coinciden a la vez en todos los centros de trabajo. No obstante, hay ejercicios en los que se concentra la renovación de una mayoría de puestos de delegados en las empresas con menos de 50 trabajadores y de comités en las que superan esa plantilla. Uno de esos años fue 2015, en el que los trabajadores asturianos fueron llamados a las urnas para elegir a 3.100 de los casi 5.500 representantes que existen en la región. Según los datos recabados por este diario, a diez días del final de 2015 y tras las elecciones celebradas hasta esa fecha, CC OO era el sindicato con un mayor número de representantes (1.884), por delante de UGT (1.862). La central que lidera Antonio Pino se habría convertido así en la primera de Asturias, aunque en ámbitos sindicales se manejan otros datos oficiosos que, con fecha hasta el 24 de diciembre, dan una ventaja también ligera a los ugetistas de Justo Rodríguez Braga. Los comicios que están pendientes, ente ellos los de Arcelor (donde se eligen 61 representantes), determinarán qué organización ostenta el liderazgo en Asturias.

La suma de UGT y CC OO sigue siendo claramente mayoritaria. Ambos sindicatos controlan el 68,7% de los representantes, una proporción superior a la que se daba en 2014 -según datos reunidos por SADEI con información del Ministerio de Empleo-, aunque inferior a la de los años precedentes. UGT y CC OO concentraban en 2008 el 81,6% de los delegados. Desde entonces, esa cuota agregada ha bajado casi trece puntos. Es un proceso que ha afectado más a UGT que a CC OO, según se infiere de los referidos datos de SADEI, y que coincide con la crisis económica y con el desgaste que los sindicatos mayoritarios españoles, al igual que otras instituciones, han sufrido en estos años. En su caso, a raíz de escándalos como el uso fraudulento de las subvenciones públicas para formación.

Con los resultados conocidos hasta ahora, USO conserva en Asturias su condición de tercer sindicato por nivel de representación, con una cuota del 7,8%. A continuación figuran dos organizaciones de empleados públicos (USIPA y CSI-F) y la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI). Esta última organización, de carácter asambleario y cercana a los postulados políticos de Podemos, crece en representantes, pasando del 0,84% en 2008 al 3,1% en 2015. No obstante, son los sindicatos de tipo gremial y los autoproclamados como independientes los que parecen rentabilizar más la erosión de los mayoritarios. Esos colectivos han pasado de tener menos del 10% de representatividad en 2008 a superar el 17%.

El resultado de las elecciones en los centros de trabajo tiene calado sindical, pero también económico. Del número de delegados y miembros de comités de empresa depende la cuantía de la subvención estatal que por ley reciben los sindicatos por su papel en la negociación colectiva, un dinero que se ha reducido con la crisis, pero que ha ganado relevancia en la financiación de UGT y CC OO tras los recortes en otras subvenciones (particularmente las de formación) y la caída de los ingresos por cuotas de afiliados. Del resultado electoral también depende que los sindicatos adquieran la condición de "organizaciones suficientemente representativas", lo que les permite participar en las instituciones y obtener por ello otra retribución de dinero público. Esa condición la tienen los sindicatos que superan el 15% de la representación de los trabajadores, un nivel que en Asturias nuevamente sólo alcanzan CC OO y UGT.

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