Asturias es, junto a Cantabria, la comunidad española donde la intensidad de la creación de empleo es más baja, según refleja el comportamiento de las afiliaciones a la Seguridad Social. Al ritmo de recuperación observado durante 2015, la región tardaría más de diez años en alcanzar el nivel de cotizantes que tenía antes de la crisis. La evolución más reciente del paro muestra que, entre los grandes municipios, los más castigados por el aumento del desempleo en enero fueron Oviedo y Siero, debido a su alto perfil comercial y al impacto de la extinción de los contratos estacionales vinculados a la campaña de las Navidades.
Los datos de la Seguridad Social correspondientes al pasado enero retratan la distinta velocidad a la que se están creando empleo las regiones españolas. Hay en primer lugar un grupo de comunidades aventajadas, con crecimientos interanuales de la afiliación superiores al 3,5%: Baleares, Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña y Canarias. Con variaciones comprendidas entre el 2% y el 3,5% aparecen Andalucía, Aragón, Navarra, País Vasco y La Rioja. Y el último escalón está formado por los territorios donde esa tasa anual (aumento del número de cotizantes entre enero de 2015 y enero de 2016) no llega al 2%: Extremadura (1,95%), Castilla y León (1,95%), Galicia (1,92%), Asturias (1,54%) y Cantabria (1,43%).
Las regiones del Noroeste, envejecidas y periféricas, quedan identificadas como las menos dinámicas. La forma en que en ellas está evolucionando el empleo concuerda con las predicciones que colocan a esos mismos territorios a la cola del crecimiento del producto interior bruto (PIB) durante el pasado año. Según el más reciente de esos pronósticos, formulado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el PIB asturiano avanzó el 2,3% en 2015, cuando el promedio español se estima en el 3,2%. Esa divergencia se traslada así al empleo: Asturias ganó casi 4.800 afiliados a la Seguridad Social como media durante el pasado año, un aumento equivalente a un 1,4%; en el conjunto de España, con 531.000 cotizantes más, la mejora relativa fue del 3,2%.
En la hipótesis de que Asturias y España mantuvieran tales ritmos de mejora de la ocupación (medida por el número de personas con trabajo, no por la calidad de la contratación), la región tardaría once años, hasta 2027, en recuperar el nivel de afiliación a la Seguridad Social que tenía en 2008: una media anual de 404.000 afiliados entre asalariados y autónomos. Asturias, ahora con unos 345.000 cotizantes, necesitaría todo ese tiempo para tener 60.000 personas más trabajando en la economía formal. España, por su parte, estaría en condiciones de alcanzar el hito de 2008 (más de 19 millones de cotizantes) en cuatro años en el supuesto de que consiguiera mantener el dinamismo del último ejercicio. El presidente del BBVA, Francisco González, lo expuso ayer en términos de paro: "El desempleo bajaría al 9,7% (ahora supera el 20%) en 4 años con una política económica consistente".
Las últimas referencias estadísticas del mercado de trabajo abonan la tesis de que Asturias está rezagada en la creación de empleo. El aumento del paro en enero respecto a diciembre (3,13%) duplicó la media española y, entre los grandes municipios, fue particularmente intenso en Oviedo (4,16%) y Siero (4,12%). Los resultados de ambos concejos se explican por el incremento del número de desempleados en el sector servicios, cercano al 6% en Oviedo y superior en Siero. Presumiblemente, ese balance refleja del final de muchos contratos eventuales propios de la Navidad en el sector comercial, que tiene un peso sobresaliente en la actividad económica de la capital asturiana y también en la del concejo sierense, donde está ubicados varios de los mayores complejos de ventas minoristas de Asturias. El aumento del paro en los servicios fue en cambio más contenido en Gijón (3,62%), Mieres (3,94%), Avilés (4,21%), y Langreo (4,28%).
