Algunas entidades vendieron lo que se llamaron bonos convertibles en acciones, un complejo producto financiero que dejó pérdidas de hasta el 80% en los consumidores que las adquirieron. Tras conocer estas pérdidas muchos afectados están optando también por la vía judicial. Según los abogados asturianos, están comenzando a obtenerse ya las primeras sentencias favorables a los compradores.