Los llamados "swaps" fueron uno de los primeros productos polémicos en salir a la luz. Mediante este sistema los créditos hipotecarios quedaban durante un tiempo ligados ineludiblemente a un tipo de interés fijo. Los abogados aseguran que la banca aprovechó el verano de 2009, cuando el euribor tocó su techo (5,3%), para colocar muchos de ellos y evitar que cuando la tasa bajara las hipotecas se abarataran.