La industria asturiana del metal sorteó en 2015 los golpes de la competencia china, la incertidumbre política y demás amenazas, y logró un claro crecimiento de su facturación y empleo. Las previsiones que manejan los empresarios para este año son también optimistas. Muchas empresas prevén una mejora de su actividad y un porcentaje importante reconoce que va a seguir ampliando sus plantillas, pese a que reconocen que, pese al elevado nivel de paro, tienen dificultades para encontrar profesionales con la cualificación adecuada. Y eso que, según destacó el presidente de la patronal Femetal, Guillermo Ulacia, los trabajadores acogidos al convenio asturiano del metal son de los que más cobran del país en este sector (los sextos en el ranking por provincias) y los que menos horas trabajan (los cuartos por la cola en la clasificación provincial).
Femetal presentó ayer su informe sobre coyuntura económica y laboral en el que se recoge que el sector experimentó un crecimiento de su facturación del 2,17% durante el año pasado, pese a que en el último trimestre se notó una cierta desaceleración. Es un crecimiento que, puesto en contexto, es menos abultado de lo que parece. Según Ulacia, la actividad de este sector en el conjunto de España subió más del doble, un 5,5%. El mayor negocio se tradujo también en un aumento de las plantillas. Hubo una media de 29.350 trabajadores ocupados. Son un 3,17% más de los que había durante 2014.
Las previsiones para este año son positivas, reconoce la patronal. De hecho, un 40% de las 1.103 empresas del sector asegura que tiene previsto hacer nuevas contrataciones, según explicó la secretaria general de Femetal, María Pérez. Pero, un 65% resalta que tiene dificultades para encontrar personal debido, entre otras causas, a la falta de formación. Durante la presentación, en varias ocasiones la patronal puso de manifiesto las buenas condiciones laborales de las que gozan los trabajadores del sector. Son de los que tienen un sueldo más generoso, arguye la patronal: ingresan 11,06 euros por hora trabajada, cuando en España la media es de 10,10 euros. También son los que tienen unas jornadas laborales menos largas: cada trabajador del metal regional está 1.736 horas en su puesto de trabajo al año, 19 menos que la media (1.755).
Los empresarios dicen estar preocupados por la formación en el sector. Ulacia puso el acento en que el programa dual (que combina clases teóricas con prácticas en empresas) que se puso en marcha el año pasado entre unos sesenta jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban (los llamados "ninis") ha tenido una importante tasa de éxito. Sin embargo, la patronal asegura que está teniendo bastantes dificultades para extender esa iniciativa a otros colectivos. "Deberíamos de ser capaces de poner en marcha una FP dual para aquellas personas que tienen vocación de trabajar en este sector, y no sólo entre los que estén en riesgo de exclusión; pero aquí es donde tenemos diferencias entre la propuesta del Principado y las necesidades de las empresas", aseguró. También señaló que espera que este asunto se desatasque en el pacto de concertación social que el Gobierno regional está negociando con los agentes sociales.
Femetal también criticó que los últimos cambios regulatorios sobre la formación han asestado un zarpazo a los cursos que desarrollaba Femetal para los trabajadores en activo del sector y que estaban destinados a que adquirieran nuevas destrezas y conocimientos. "Ahora tenemos menos cursillos y menos alumnos formándose", resaltó.
Femetal se unió también a las criticas de la siderúrgica Unesid y de grandes empresas como Arcelor-Mittal y exigió a la Unión Europea que tome medidas de forma inmediata para frenar la llegada de acero barato chino. "Bruselas debe ser más ágil y queremos que se reconozca lo que todo el mundo sabe: que China es una economía que está intervenida", criticó el vicepresidente de Femetal, Félix Baragaño. Y denunció que los aranceles "antidumping" se establecen en Europa a un ritmo muy lento.
