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La patronal asturiana urge un pacto para igualar los impuestos en toda España

La fuga de patrimonios a autonomías con menos tributos reduce la economía regional y los ingresos del Principado, alertan los empresarios

La patronal asturiana urge un pacto para igualar los impuestos en toda España

La forma en que utilizan sus competencias tributarias las comunidades autónomas alimenta la desigualdad de los contribuyentes ante el pago de impuestos, generando "asimetrías " que penalizan a los asturianos y que es urgente cortar, según el criterio de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), partidaria de que el Principado busque acuerdos con otras regiones para promover una reforma que armonice el sistema fiscal español. La patronal clama contra las diferencias entre autonomías y advierte de que la salida de patrimonios hacia territorios con impuestos más bajos, principalmente hacia Madrid, está pasando factura a los ingresos de la Administración asturiana y a la actividad económica en general.

La asimetría fiscal. El caso más cristalino de "asimetría fiscal", expresión utilizada por el director general de la FADE, Alberto González, es el distinto trato que los herederos reciben al pagar el impuesto de sucesiones y donaciones. Un ejemplo que lo ilustra: alguien que herede bienes por valor de 800.000 euros pagará al Fisco autonómico 162.618 euros en Asturias y 134 en Canarias, la región que más recientemente ha rebajado la tributación de las herencias. Informes de la FADE inciden en que las situaciones de desigualdad se reproducen en el tratamiento de las rentas altas (por encima de 90.000 euros) en el tramo autonómico del IRPF: Extremadura y Cantabria son las regiones con mayor presión fiscal, Asturias supera la media y Madrid es la más atractiva para los contribuyentes acaudalados. Otro tanto ocurre con el impuesto de patrimonio, inexistente en Madrid y particularmente elevado en Extremadura y Andalucía. Asturias también ocupa posiciones altas.

El ascenso de gobiernos de la izquierda, generalmente mediante pactos entre PSOE, Podemos y otras fuerzas, ha variado en el último año el "ranking" de la carga fiscal sobre las rentas y los patrimonios elevados. Regiones como Aragón, Baleares y Navarra han aprobado reformas tributarias que gravan a perfiles de contribuyentes entre los que suelen estar los empresarios. Esos movimientos han hecho que bajara la posición de Asturias en el "ranking" de la presión tributaria sobre tales colectivos. "Bajamos un poco por las subidas de otros, pero continuamos en todos los impuestos por encima de la media española, y ello influye en el establecimiento de empresas y en la deslocalización. Muchas personas con capacidad para irse, ya lo han hecho", comenta González acerca de la tendencia de los contribuyentes con rentas o patrimonios elevados a desplazar su residencia a otras regiones, sobre todo a Madrid, para pagar menos impuestos.

El influjo de Madrid. La deslocalización de contribuyentes con alta capacidad económica es un fenómeno sobre cuya dimensión no existen datos oficiales que sean públicos, pero que, asegura la FADE, ha sido una práctica muy frecuente en los últimos diez o doce años. Los cambios de domicilio fiscal de sociedades mercantiles pueden ser interpretados como un rastro de esos movimientos, si bien la mudanza de empresas puede obedecer a factores distintos de la presión fiscal (tamaño del mercado, conectividad del territorio, cercanía a otros centros de decisión...). La información reunida por la agencia española de rating Axesor sobre los cambios de sedes durante 2015 muestran que Asturias es una de las regiones que registra más salidas que entradas de sociedades. También, que su balance con Madrid es particularmente negativo: 51 empresas asturianas se deslocalizaron hacia la capital española, por 23 madrileñas que recalaron en el Principado.

Los saldos de las distintas comunidades (ver gráfico adjunto) no permiten establecer un patrón claramente relacionado con la tributación autonómica. Regiones con impuestos altos como Andalucía ganan sociedades, mientras que otras con fiscalidad favorable, como el País Vasco, las pierden. Sí queda retratado el influjo de Madrid, el territorio que gana más empresas (623) y que es también el que más ha practicado la competencia fiscal frente a otra comunidades mediante rebajas de impuestos. Con los gobiernos autonómicos del PP, Madrid se dotó del tipo marginal del IRPF más bajo de España (43,5%, frente al 48% de Asturias), se negó a restablecer el impuesto de patrimonio cuando lo hizo el resto del país (2012) y convirtió en simbólico el gravamen sobre sucesiones y donaciones cuando se producen entre padres e hijos.

El ardid de la donación. ¿Están los impuestos empujando a las empresas asturianas a dejar la región? El tributo que más afecta a los negocios es el de sociedades, de ámbito estatal y sobre el que no tienen capacidad normativa alguna las autonomías de régimen común. Así que las empresas tributan igual por sociedades aquí o en Madrid. Es el principal argumento del Gobierno asturiano cuando la FADE le reprocha el trato fiscal que reciben los empresarios. La tesis de la patronal la resume Alberto González así: "Detrás del paisano, va la empresa". El directivo sostiene que la presión fiscal de los tributos autonómicos que afectan a las personas físicas (IRPF, patrimonio y sucesiones) estarían moviendo a los individuos a desplazar su residencia y su patrimonio y con ello también las sedes de los negocios.

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