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Asturias pierde más de la mitad de los contribuyentes con rentas altas

Cuatro de cada diez españoles que ganan más de 150.000 euros viven en Madrid, la región con los impuestos más bajos

Asturias pierde más de la mitad de los contribuyentes con rentas altas

"Madrid se ha convertido en un competidor fiscal formidable", opinaba a finales de 2015 Pedro Luis Uriarte, exconsejero delegado del BBVA y consejero de Hacienda del primer Gobierno vasco que negoció en la Transición el modelo de financiación de Euskadi. Uriarte se refería a cómo la política tributaria de la comunidad madrileña ha conducido a una mayúscula concentración de los contribuyentes con mayores rentas en la capital de España, en detrimento del resto de las regiones, Asturias incluida. La evolución del número de esos contribuyentes durante el período 2007-2014 sitúa al Principado entre las autonomías que perdieron más ricos (casi el 60%), un resultado que se explica por el impacto de la crisis económica, aunque también, según ha alertado la patronal FADE, por la salida de patrimonios hacia el "paraíso fiscal" que entre 2003 y 2012 presidió Esperanza Aguirre.

La política tributaria de Aguirre consistió en utilizar la capacidad normativa de las comunidades sobre una parte de los impuestos (tramo autonómico del IRPF, patrimonio, sucesiones y donaciones, transmisiones patrimoniales...) para rebajarlos e incluso suprimirlos de hecho en algunos casos. En su primer mandato, activó la "guerra" del tributo de sucesiones minimizándolo para los parientes más cercanos del difunto, redujo a la mitad la tributación de la compraventa de pisos usados e impulsó varias deducciones en el IRPF. A partir de 2006, abordó otras rebajas en este impuesto que convirtieron a Madrid en la comunidad con el tipo marginal (el que grava las rentas elevadas) más bajo del país.

Esa política de Madrid, combinada con las de aquellas otras comunidades que, como Asturias, optaron por elevar la presión fiscal sobre los contribuyentes acaudalados, ha generado diferencias como las que se explican a continuación.

Rentas altas. Un ciudadano con unos ingresos brutos de 220.000 euros al año, correspondientes al perfil de un empresario, un alto ejecutivo o un rentista, tributa por IRPF en Madrid 84.261 euros, 5.899 menos que en Asturias y 6.975 menos que en Cantabria, la región que, tras la última reforma fiscal del Gobierno de Miguel Ángel Revilla, tiene mayor presión sobre los contribuyentes que declaran mas ingresos. El ahorro relativo entre pagar en Madrid o en Asturias es del 6,54%.

Rentas medias. Las diferencias son menores en el caso de una renta media. Alguien que gana 20.000 euros tributa 2.372 en Asturias y 2.303 en Madrid. El ahorro (69 euros) equivale a un 2,9%.

Así que, conforme a esas cuentas, basadas en los informes del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (Reaf), las ventajas del IRPF madrileño lo son sobre todo para los contribuyentes adinerados, beneficiados también por la decisión de los gobiernos de Aguirre de no recuperar desde 2011 el impuesto de patrimonio para las bases imponibles superiores a 700.000 euros. Un ejemplo: alguien con 4 millones de euros de patrimonio paga 42.000 euros al año en Asturias y nada en Madrid.

El ahorro en el IRPF, la exención completa del impuesto de patrimonio y la casi total que beneficia a los cónyuges, hijos y padres que heredan explica en parte, según los fiscalistas, la creciente concentración de los contribuyentes con rentas altas en Madrid. Según datos oficiales de la Agencia Tributaria, el 41% de los españoles que declaran por IRPF rendimientos superiores a los 150.000 euros al año tiene su residencia en la comunidad madrileña, favorecida por el "efecto sede" de la capital, donde están la mayoría de la cúpulas de las grandes empresas y con ello los ejecutivos mejor pagados. La concentración de contribuyentes ricos supera en casi diez puntos la de 2007 (31,7%).

El número de los declarantes adinerados varía con el ciclo económico y según el dinamismo de cada territorio. Descendió durante la crisis en todas las comunidades, pero con grandes diferencias entre ellas. Las regiones con mayores caídas fueron La Rioja (-62,7%), Cantabria (-62,2%), Castilla-La Mancha (-62,1%), Aragón (-59,9%) y Asturias (-59,7%). El Principado pasó de tener 2.035 personas que declaraban más de 150.000 euros en 2007 a 819 en 2014. Y Madrid fue la comunidad que menos ricos perdió (-25,53%). Presumiblemente, porque también fue la región que mejor resistió durante la Gran Recesión (la caída media anual del PIB entre 2010 y 2014 fue del 0,2%, frente al 2,2% de Asturias) y porque continuó atrayendo con su política fiscal a los contribuyentes con más dinero de otras autonomías.

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