La Asociación Asturiana de Estaciones de Servicio exige al Principado que tome cartas en el asunto e impulse una normativa para poner freno a la expansión de las gasolineras sin personal, en las que el propio consumidor es el que tiene que servirse el combustible. El objetivo de la patronal del sector es que la región siga los pasos de Madrid, que acaba de vetar este tipo de establecimientos exigiéndoles que tengan siempre a una persona para atender a los clientes.

El presidente de la patronal regional, Darío Rodríguez del Amo, asegura que hace unos meses mantuvo una reunión con el consejero de Industria y Empleo, Francisco Blanco, para exponerle el problema y reclamarle una solución. Según apunta, la predisposición fue buena, pero critica que los meses van pasando y aún no se ha tomado ninguna decisión. "No sabemos qué razones hay para actuar tan lentamente", lamentó Rodríguez del Amo.

Si todas las administraciones autonómicas metieran mano en estos negocios, el líder de la asociación empresarial estima que podrían crearse más de 24.000 puestos de trabajo en España. "El problema de todo esto es que el combustible es un producto peligroso y que no debería ser manejado por cualquiera", asegura Rodríguez del Amo. De hecho, el dirigente empresarial es de la idea de que los surtidores deberían estar también atendidos durante las noches.

La Asamblea de Madrid, con el voto de todos los partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos), ha instado al Gobierno autonómico de Cristina Cifuentes a establecer una norma que obligue a todas las gasolineras a contar con al menos una persona que atienda a los clientes. Generalmente estas estaciones de servicio ofrecen unos precios inferiores a las convencionales, gracias a lo que ahorran en costes personal. Su presencia en Asturias es aún escasa.