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La inversión extranjera en Asturias, con multinacionales en aprietos, la que más cae

El Principado sólo captó 10 millones en 2015 y es junto con Cantabria la región que menos aportaciones externas consigue para la recuperación

La inversión extranjera en Asturias, con multinacionales en aprietos, la que más cae

El capital extranjero, que tuvo un papel protagonista en la industrialización asturiana y en los intentos de reconversión de los años noventa del pasado siglo, apenas está contribuyendo a la actual recuperación económica. El Principado fue la región donde más descendió la inversión extranjera productiva durante el pasado año, casi el 98%, y sus niveles se sitúan a la altura de los años más duros de la crisis.

Según los datos que difundió ayer el Ministerio de Economía y Competitividad, la inversión extrajera en España creció un 11% en 2015, hasta los 21.724 millones de euros, el quinto mejor registro desde el año 2000. Para el Gobierno, este dato apunta a la consolidación del cambio de tendencia iniciado en 2013 hacia la recuperación de la inversión productiva del exterior. Sin embargo, esa tendencia no se da en Asturias, todo lo contrario.

Durante el pasado año, la inversión extranjera en el Principado fue de 10 millones de euros, el 97,9% inferior a la de 2014, que había sido de 487 millones, casi la mitad del año anterior, cuando la cifra se elevó a 872 millones. Asturias ha pasado en dos años de captar el 5,2% total de la inversión en España a menos del 0,1%. Sólo la vecina Cantabria, con 9 millones de euros, atrae menos inversión que Asturias. Además las desinversiones extranjeras en el Principado fueron mayores que las inversiones al alcanzar los 43 millones -sobre todo por la venta la participación de Savencia en Capsa-, con lo que el saldo fue de -33 millones.

El peso de las empresas extranjeras sigue siendo importante en el Principado. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos a las filiales o sucursales de empresas foráneas dedicadas a la industria y a los servicios (excluida la banca y el resto de actividades financieras), las cerca de 80 sociedades identificadas en Asturias mueven al año una cifra de negocio superior a los 8.000 millones de euros, equivalentes al 32,4% de la facturación de todas las empresas de esos mismos sectores. Esa proporción sólo es inferior a las que se dan en Madrid, sede de muchas de las filiales extranjeras que operan en España, y Navarra, región con un altísimo perfil industrial en la que tienen intereses más de 120 multinacionales. Asturias es por lo tanto un territorio con una exposición intensa a las estrategias de inversión y localización productiva de las corporaciones extranjeras, decisiones que se toman a menudo a miles de kilómetros y en las que generalmente la capacidad de influencia de las instituciones es nula o residual.

La continuidad de las grandes empresas extranjeras en Asturias (Arcelor-Mittal, Thyssenkrupp, Bayer, Alcoa, Du Pont?) ha actuado como colchón durante la crisis, pero según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Economía esas compañías están ayudando poco a la recuperación. Los problemas que sufre Alcoa y las operaciones de concentración y cambios de titularidad que afectan a otras compañías (con Du Pont inmersa en la fusión con Dow Chemical, con los cambios de control en Linpac, el traspaso de los activos de E.On?) rebajan su capacidad de maniobra. La única compañía extranjera que ha anunciado grandes inversiones para Asturias es Arcelor-Mittal, que maneja un plan de más de 200 millones de euros para modernizar la acería de Avilés, construir unas nuevas baterías de coque en Gijón y ampliar el tren de carril. Otras multinacionales radicadas en el Principado, como la firma de componentes de automóvil PMG, están ampliando sus líneas de producción, pero la inversión extranjera para abrir nuevas actividades se limita a la adquisición de los restos del naufragio de la crisis, como el caso de la argelina Cevital con la antigua Alas Aluminium.

En el conjunto del país, la inversión extranjera creció un 11% en 2015, hasta los 21.724 millones de euros, pero en términos netos (inversión bruta menos desinversión), el aumento fue del 7,9 %, y alcanzó los 16.184 millones de euros. Desde el punto de vista geográfico los mayores inversores fueron Luxemburgo (16,5%), Holanda (12,8%), Francia (9,9%), Estados Unidos (7,3%) y Reino Unido (6,0%).

Sobre la tipología de estas inversiones, el 65% de ellas son ampliaciones de capital de filiales españolas de multinacionales o mejoras de su capacidad productiva, mientras que el 34% restante son adquisiciones de empresas. Y por sectores, la inversión extranjera se concentró en 2015 en la construcción (4.706 millones, un 167% más), la industria manufacturera (3.384 millones, un 58% más) y las actividades inmobiliarias (2.992 millones, un 0,55% menos).

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz , señaló que estos datos son "francamente positivos", pues ahondan en la senda de crecimiento de las inversiones extranjeras en España iniciada en 2013, en un año además "anómalo" por las turbulencias experimentadas en la economía internacional.

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