Gijón está actuando como el principal factor tractor de la economía asturiana, y de forma muy destacada respecto a los demás territorios de la comunidad, según un análisis sobre el periodo 2012-2015 que acaba de difundir el observatorio regional Regiolab, de la Universidad de Oviedo.

El municipio más poblado de la comunidad, con un apreciable peso y tradición industriales, fortalezas ligadas a su relevancia portuaria y a la disponibilidad de áreas de concentración de empresas tecnológicas, innovadoras y de ingeniería, y feudo de una de las fracciones históricamente más dinámicas de la burguesía regional, estaría confirmando, según los datos de Regiolab, la persistencia de su liderazgo durante la etapa más reciente de la crisis.

La estimación realizada por los economistas Esteban Fernández Vázquez y Fernando Rubiera Morollón apunta que en el periodo 2012-2015 Gijón habría registrado un avance medio anual de su producto interior bruto (PIB) del 1,39%, una variación que más que duplica el progreso medio de la región: 0,6%. Oviedo se erige en el segundo vector que impulsa la mejora económica regional (más débil que la española), pero con un avance más débil (0,82%). Avilés, la tercera ciudad de Asturias, se descolgó de la mejoría y acumuló un retroceso promedio del 0,15% por ejercicio. El resto del área central de la región (excluidas las tres mayores urbes) progresó en conjunto a un ritmo medio anual del 0,47%. Las alas occidental y oriental tampoco lograron incorporarse al avance nacional y regional y retrocedieron, de media, el 0,57% y el 1,16%, de forma respectiva.

El comportamiento de Gijón como principal "locomotora" de la economía asturiana queda aún más de manifiesto con el análisis de la variación media anual de las afiliaciones a la Seguridad Social. Gijón es la única gran área que avanzó, y lo hizo a un promedio del 0,31% por año durante el periodo. Por el contrario, Avilés retrocedió el 0,45% y Oviedo, el 0,71%, aunque ambas ciudades tuvieron un comportamiento más favorable que el conjunto de Asturias. Entre 2012 y2015, la afiliación a la Seguridad Social decreció en Asturias a un ritmo medio anual del 0,73%; en la comarca occidental lo hizo al 1,27%; en el área central (excluidas Oviedo, Gijón y Avilés), el 1,32; y en la comarca oriental, el 1,75%.

En términos de valor añadido bruto por habitante, el informe apunta que "la economía asturiana parece no haber recuperado los valores previos a la crisis iniciada en 2008 en términos generales". La excepción a este comportamiento es la comarca occidental, pero no porque su dinamismo haya sido mayor (y superior al otros territorios asturianos), sino como consecuencia de la caída demográfica, lo que arrojó una ratio de valor agregado per cápita superior como efecto estadístico por la caída del divisor.

El caso inverso se produjo sobre todo en Oviedo, donde el crecimiento de su economía no permitió compensar un superior aumento de la población, por lo que el valor añadido por habitante mantuvo una tendencia descendente por el mero efecto demográfico y no pudo por ello recuperar el nivel previo a la crisis.

Regiolab confirma que la economía asturiana "sigue en cierta manera la incercia nacional", aunque los datos de empleo "no resultan tan positivos".