Liberbank, el banco liderado por la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, con 1.036 oficinas en España, acometerá un plan de sustitución de 145 sucursales propias -situadas en localidades rurales de menos de 5.000 habitantes que no sean capitales de municipio- por oficinas en régimen de franquicia y que, manteniendo la identidad, imagen, productos y política comercial del grupo, serán gestionadas por agentes financieros independientes. Así lo desveló ayer la entidad bancaria en una comunicación interna a través de su intranet.
Según Liberbank, con este procedimiento el banco asegura que garantizará la cobertura y continuidad de su servicio financiero y con las mismas prestaciones -dijo- en aquellas localidades no urbanas y de pequeño tamaño sobre las que se había especulado en las últimas semanas un posible plan de cierres y supresión de los puntos de atención al público.
Aunque no se especificó la localización de las oficinas que sufrirán la transformación, todo apunta a que se trata de núcleos no urbanos de las regiones de origen de Liberbank (Asturias, Extremadura y Cantabria) y de su banco filial CCM (Castilla-La Mancha), que son las comunidades autónomas en las que el grupo tiene una gran trama de agencias bancarias procedentes de sus antiguas cajas fundadoras, con origen en esos territorios.
Según la entidad, el plan de sustitución de oficinas en propiedad por sucursales franquiciadas gestionadas por profesionales autónomos no tendrá un impacto adicional en el empleo respecto al plan de reducción de puestos de trabajo que el grupo acaba de pactar con UGT, CSIF y CSICA mediante excedencias voluntarias renovables hasta la edad de prejubilación y mediante rescisiones de contrato también voluntarias. Este plan, con el que se pretenden absorber los excedentes laborales que genere la reconversión de 145 oficinas propias en franquicias, prevé reducir la plantilla del grupo en 979 personas antes del 31 de marzo de 2018. El último dato oficial de empleo del grupo es de 5.246 personas a 31 de marzo.
Liberbank comenzará con carácter inmediato un proceso de selección de agentes financieros con experiencia y cultura bancarias y de venta, y con arraigo y conocimiento de las localidades en las que se implantará el nuevo modelo de gestión.
El sistemas de agentes, dijo el banco en su comunicación interna, ya está muy experimentado y contrastado en diversos ámbitos financieros, y en otros vinculados y afines, caso del sector asegurador.
Con el sistema de franquiciados, el grupo persigue reducir costes fijos de estructura en núcleos con baja densidad de población y escasa cifra de negocio, y compartir resultados con el franquiciado, de quien se espera que, en tanto que copartícipe en el negocio con el franquiciador, tenga incentivos adicionales para una comercialización más intensa y proactiva para ampliar la venta y para ganar cuota cuota de mercado allí donde concurra con otros operadores bien bancarios o comercializadores de fondos, seguros y otros productos.
La pretensión del grupo es que las 145 oficinas o la mayor parte posible de ellas estén operativas con el nuevo régimen de gestión en el plazo de un año, aunque el grupo cree que el proceso no puede ser inmediato porque estará supeditado a captar en cada población a profesionales interesados y que respondan al prototipo profesional que se pretende.
El banco no precisó en su comunicado interno si en el futuro el modelo podría extenderse a otros núcleos de poca población.
El plan de Liberbank para pequeñas localidades rurales fue denunciado hace unas semanas como un posible abandono de poblaciones y cierre de oficinas.
