La venta de suelo industrial continúa paralizada en Asturias pese a los síntomas de recuperación económica. La región tiene vacíos 1,66 millones de metros cuadrados de suelo industrial que se elevan 2,36 millones -el equivalente a cerca de 400 campos de fútbol- si se incluyen los terrenos de la primera fase de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA), ya urbanizada. Durante el pasado año únicamente se comercializaron parcelas con un total de 19.381 metros cuadrados y a pesar la extensión del páramo industrial de Asturias están en diferentes fases de tramitación urbanística otros 2,01 millones de metros cuadrados con los que casi se doblaría la superficie disponible para empresas.
Según la última memoria del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa), aprobada recientemente por el consejo rector que preside el consejero de Empleo, Francisco Blanco, Asturias tenía al cierre de 2015 un total de 33 áreas industriales con parcelas vacías. Esos terrenos disponibles para las empresas tienen una superficie de 1.661.008 metros cuadrados a los que se pueden sumar los 700.000 de la primera fase de la ZALIA.
Durante las últimas tres décadas, buenas parte de los esfuerzos para reindustrializar Asturias se centraron en habilitar nuevo suelo industrial para captar empresas. Inicialmente las inversiones se llevaron a cabo en el área central de la región y las Cuencas, pero el modelo se extendió luego a las alas a medida que mejoraban las comunicaciones y las infraestructuras de transporte energético. La urbanización de terrenos para fines industriales absorbió una parte importante de los fondos del Idepa y de los planes de reactivación de las comarcas mineras. Con la crisis, muchas de esas áreas quedaron sin ocupar y con la recuperación no hay signos de mejora.
De los 2,36 millones de metros cuadrados de suelo disponible para empresas, más de 1,03 millones se encuentran en el área de influencia de Gijón, con grandes bolsas vacías en la ZALIA y el polígono de Lloreda. Otros 827.000 metros cuadrados se encuentran en el área de influencia de Oviedo, sobre todo en Bobes (Siero) y Olloniego II. En las Cuencas hay libres casi 146.000 metros cuadrados correspondientes principalmente a los polígonos desarrollados por Hunosa en sus terrenos en desuso (Modesta y El Cadavíu); en la comarca Eo-Navia están disponibles casi 140.000 metros, principalmente en la tercera fase del polígono de Barres (Castropol), y en el Suroccidente hay más de 107.000 metros, casi todos en las ampliaciones de La Curiscada (Tineo). En el Oriente, con 68.000 metros cuadrados vacíos, y en Avilés, con 26.000 concentrados en el Parque Empresarial Principado de Asturias, las superficies son menores.
Desde el Idepa destacaron que durante el pasado año "se produjo un gran esfuerzo en la comercialización de los terrenos disponibles por los ayuntamientos asturianos". No obstante, el resultado se limita a la comercialización de parcelas de 19.381 metros cuadrados, el 1% de la oferta disponible. Esas ventas se realizaron en los polígonos de Lloreda (Gijón), La Cardosa (Grado) y Barres III (Castropol). De seguir al mismo ritmo de ventas, el stock de suelo tardaría un siglo en consumirse.
En los últimos meses, entidades como la sociedad mixta Sogepsa, que gestiona parte del suelo industrial vacío, lanzó ofertas de terrenos para tratar de captar compradores, pero los resultados no parece que sean los deseados vistos los datos que aporta el Idepa. El precio del metro cuadrado de suelo industrial en Asturias oscila entre los 33 euros del polígono de La Curiscada, en Tineo, y los 250 euros del Parque Científico Tecnológico de Gijón.
Más polígonos
Pese a la oferta de suelo industrial disponible, en Asturias están en tramitación urbanística nuevos polígonos con una superficie de más 2.010.000 metros cuadrados. Son, según la memoria del Idepa, los de La Rasa de Selorio (Villaviciosa), Benia Sur (Onís), Río Pinto- Jarrio IV (Coaña), la ampliación del Parque Tecnológico de Asturias (Llanera), Talleres Santa Ana (San Martín del Rey Aurelio) y Grado Este (Grado). Tanto el Gobierno regional como las asociaciones de empresarios destacan la necesidad de tener un stock de suelo industrial para competir en la captación de proyectos y responder a un "previsible" incremento de la demanda una vez se consolide la recuperación.
