Arcelor-Mittal cuenta con el visto bueno del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales para poner en marcha en Gijón la producción de acero al plomo. Se trata de una variedad de fácil mecanización que no está afectada por la competencia china y que hasta ahora la multinacional producía en la planta guipuzcoana de Zumárraga, que ha quedado reducida a un almacén de chatarra.
El comité de empresa de Arcelor-Mittal en Gijón había reclamado a la compañía que antes de iniciar la producción del acero al plomo se tomaran todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar "al máximo" la seguridad y salud de los trabajadores y la protección del medio ambiente al tratarse de un material tóxico. La multinacional realizó en marzo pruebas de producción que se aprovecharon para que los técnicos elaboraran un mapa de riesgos. Con esos trabajos el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales ha elaborado un informe que luz verde a la producción de acero al plomo, también denominado "free cutting", ya que "no parece existir un riesgo inminente ni intolerable de exposición al plomo". No obstante el informe establece, según señalaron fuentes del comité, una serie de medidas de protección colectivas como la presurización y filtrado del aire en la cabina de la grúa de cucharas, la instalación de captadores de humos, el acondicionamiento de zonas de descanso o un protocolos para la limpieza de la ropa de trabajo.
Arcelor-Mittal prevé una producción anual en Gijón de entre 40.000 y 50.000 toneladas de acero al plomo. La fabricación de este producto -demandado por la industria de la tornillería y las piezas mecánicas- apenas requiere inversiones, ya que la adición del plomo al hierro fundido se realizará directamente, mediante carretes metálicos, en el horno de cuchara de la actual acería LD-II de Gijón.
La planta de Zumárraga, parte de cuyo personal será trasladado a Asturias, era la única factoría en España que producía acero al plomo. La multinacional siderúrgica también está evaluando el trasvase desde Zumárraga a Gijón de la fabricación de alambrón de diámetros especiales. La producción prevista sería de entre 10.000 y 15.000 toneladas al año. En este caso se requiere una inversión para adaptar el tren de alambrón de Veriña para que pueda fabricar productos de mayor diámetro. "Sería una inversión de varios millones de euros", señalaron desde la compañía, que añadieron que el proyecto está en estudio y que por su coste requiere del visto bueno de la dirección europea de Arcelor-Mittal. Esta inversión se sumaría a las de el tren de carril de Gijón, la modernización de la acería LD-III de Avilés o las nuevas baterías de coque de Gijón.
