Gijón es el concejo de Asturias donde resulta más barato repostar gasóleo o gasolina. Las políticas de precios de estaciones de servicio pertenecientes a centros comerciales, de otras de bajo coste y también de las que tienen formato de autoservicio (sin personal) hacen que la ciudad costera concentre casi un tercio de los surtidores asturianos donde resulta más asequible llenar el depósito, una relación en la que no aparece ninguna gasolinera de Oviedo, según la información que maneja el Ministerio de Industria.
Mieres y Avilés se venían alternando en los últimos años como los municipios con los carburantes más baratos, circunstancia que se explicaba por la composición de sus mercados locales, con una presencia más intensa que en otros de estaciones de servicio de bajo coste y generalmente pertenecientes a dos categorías: gasolineras de hipermercados y las instaladas por empresas o cadenas independientes de las grandes petroleras. Estas últimas encajan en el perfil de lo que en la jerga económica anglosajona se denominan compañías "maverick", firmas a menudo de tamaño modesto y que revolucionan los mercados con estrategias agresivas de precios que las convierten en competidoras vigorosas. En esta categoría puede encajar también el nuevo negocio que trata de abrirse paso en Asturias entre las quejas de las organizaciones patronales del sector y de los sindicatos: las gasolineras desatendidas, sin personal, que por sus menores costes (el gasto en personal puede suponer más del 50% en una estación convencional) trabajan con precios incalcanzables para otros formatos.
El gasóleo y la gasolina más baratos de Asturias (a 0,929 y 1,072 euros, respectivamente) está en Gijón y lo ofrece la estación de un centro comercial. Las dos siguientes con los precios más bajos también están en Gijón: una sin personal abierta por una cooperativa agropecuaria y otra de una cadena de bajo coste que sí tiene trabajadores. Entre las veinte gasolineras con los carburantes más baratos hay seis situadas en territorio gijonés y varias también en Avilés, Siero y Mieres, pero ninguna en Oviedo. Llenar un depósito de gasóleo de 50 litros en la estación de servicio que tiene los precios más bajos de la capital es casi un 10% más caro (cinco euros) que hacerlo en Gijón.
La crisis y algunas reformas normativas han impulsado la apertura de estaciones de servicio de bajo coste en toda España, a la vez que se han estancado e incluso reducido las pertenecientes a las principales petroleras o que están abanderadas por ellas. La reforma de la ley de Hidrocarburos de 2013 removió obstáculos para la instalación de más gasolineras en centros comerciales y polígonos industriales, donde suelen establecerse los "mavericks" del mercado del carburante. El abaratamiento del suelo con la crisis ha propiciado además rebajas notables en la inversión necesaria.
Ese aumento de la competencia con las estrategias agresivas de precio de algunos actores del mercado explica que las diferencias de precio estén llegando al 15% en Asturias. Llenar el depósito en la gasolinera más barata cuesta casi nueve euros menos que hacerlo en la más cara, situada en Ribadesella. El lado oscuro son las dificultades que atraviesa el empleo en las estaciones de servicio que tienen personal y que junto a los sindicatos han instado al Gobierno regional a prohibir la instalación de establecimientos desatendidos. La norma ya está en tramitación.
