Los países de la Unión Europea dieron ayer luz verde a la nueva senda fiscal para España propuesta por la Comisión Europea a finales de julio, que otorga dos años adicionales para cumplir con el objetivo de reducir el déficit público por debajo del 3% del PIB. Bruselas da dos años más a España, hasta 2018, si bien a cambio de un importante esfuerzo de ajuste que implica dejar el déficit en el 4,6% del PIB este año, en el 3,1% en 2017 y en el 2,2% en 2018. Anoche estaba previsto que también se confirmara, al no haber reclamaciones, la decisión de no multar a España (unos 2.000 millones de euros) y a Portugal por déficit excesivo.