El ingeniero de Telecomunicaciones Pablo Rodríguez (La Felguera, 1972), director de Investigación e Innovación de Telefónica I+D (sociedad filial del Grupo Telefónica), está convencido de que uno de los principales activos de Asturias es la calidad de su capital humano, la cualificación y la capacidad de iniciativa de muchos asturianos. Ayer también lo quiso destacar al recoger el premio "Asturiano del mes", que concede LA NUEVA ESPAÑA: "Aquí hay mucho talento, mucha gente con ganas de hacer cosas; tenemos que celebrarlo y valorarlo más", dijo.

Del talento de Pablo Rodríguez y de su proyección global dan cuenta los dos premios internacionales que conquistó en 2015 en EE UU: el del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos y el de la Asociación de Ingenieros Informáticos, las principales distinciones del país en el campo de la ingeniería y la ciencia. Ese hito y una trayectoria profesional asociada siempre a la vanguardia tecnológica fueron los argumentos que, como expuso la directora del periódico, Ángeles Rivero, explican la concesión del "Asturiano del mes" de enero de este año (fechas en las que trascendieron los reconocimientos internacionales en EE UU). Rivero habló de Pablo Rodríguez como "una eminencia científica" en el campo de las tecnologías que mueven el tráfico por las autopistas de internet. Y destacó el apego a la región de un profesional que tiene su base de trabajo en Barcelona y que está en contacto permanente con los principales centros de conocimiento del mundo.

"Llevo a Asturias en la mochila", comentó Pablo Rodríguez, que recibió con emoción los atributos del galardón "Asturiano del mes": la estela diseñada por el artista José Manuel Legazpi, una caricatura obra de Pablo García, dibujante de LA NUEVA ESPAÑA, y una primera plana del periódico referida a la concesión del premio. "Es todo un orgullo recibir un galardón que me hace sentir el afecto y el cariño de esta tierra", dijo el ingeniero langreano, que ensalzó asimismo la labor del periódico al "acercar lo global y lo local en un mundo en el que las distancias son casi cero" gracias a las nuevas tecnologías.

Tras el acto formal de entrega, en el que estuvo acompañado por familiares y amigos y al que también se sumó el exdirector del periódico Melchor Fernández, se celebró una comida durante la cual Pablo Rodríguez expresó algunas reflexiones sobre el cambio tecnológico y el sistema de I+D+i español. Enfatizó la conveniencia de que Asturias, España y Europa en su conjunto propicien una mayor conexión entre la Universidad, la gran empresa y las pymes. "Es una asignatura pendiente", dijo, y puso como modelo el estadounidense, donde la transmisión de conocimiento entre el ámbito académico y los sectores productivos es mucho más intensa.

Rodríguez subrayó asimismo la necesidad de que la ciencia "salga del ámbito científico" y conecte más con la sociedad. "Generamos mucho valor y extraemos poco de él", reflexionó. Apasionado de la cultura, subrayó también los favorables resultados de la singular experiencia que, en colaboración con LABoral Centro de Arte, ha puesto en marcha la sociedad Telefónica I+D en Asturias: un concurso y unas becas que unen ciencia y arte, una de las combinaciones interdisciplinares que, sostiene este ingeniero, florecerán en el futuro.