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La venta de viviendas repunta en la costa asturiana gracias a madrileños y vascos

Los turistas buscan chollos: pisos o apartamentos que hayan bajado mucho su precio y no pasen de los 100.000 euros

Un edificio sin terminar en Llanes.

Corren nuevos vientos para el mercado inmobiliario asturiano, y en la costa la brisa viene impulsada por los compradores de fuera de la región. Madrileños, vascos, castellanos y algún extranjero están ayudando a levantar las ventas en los concejos más turísticos, especialmente en el Oriente. A ese costado de la región, las inmobiliarias de Llanes y Ribadesella ya constatan que las transacciones se están recuperando con cierta intensidad desde hace meses. Menos potente está siendo la mejoría en el Occidente y en la franja central del litoral. El negocio en Tapia de Casariego y Luanco, por ejemplo, aún se mueve con el freno de mano echado.

Los compradores que llegan de más allá del Pajares y de regiones vecinas del Cantábrico están compensando la débil demanda del mercado local. Lo que sí está mejorando con fuerza es el alquiler de pisos, tanto para turistas como para jóvenes que en lugar de comprar una casa prefieren no atarse a un territorio, sostienen los agentes inmobiliarios.

A un lado y al otro de la costa domina el mismo perfil de comprador: aquel que, aprovechando la bajada de los precios de los últimos años, busca un chollo al lado de la playa para pasar las vacaciones: pisos o apartamentos, modestos por norma general, que no pasen de los cien mil euros. Es una barrera económica habitual tanto para los potenciales clientes del Oriente como para los del Occidente. Así, los foráneos están ayudando a dar salida al "stock" de pisos que ha dejado la crisis, aunque aún quedan por vender, advierten las inmobiliarias, los más caros y los que tienen precios "fuera del mercado" porque sus propietarios se resisten a hacer rebajas. Para ésos la demanda es escasa.

Llanes y Ribadesella. En Llanes, uno de los principales enclaves turísticos de la región, las ventas de pisos llevan en torno a un año mejorando. Gracias, señala Roberto Lamuño, de Llanes Inmobiliaria, al tirón de las compras por parte de madrileños, vascos y de clientes que vienen de algunas provincias de Castilla y León, caso de Palencia. Aunque asegura que en los meses previos al verano la mejoría se contuvo. "Se está notando la incertidumbre política", apunta. Señala también que hay aún una serie de viviendas en el mercado que siguen estando sobrevaloradas y a las que cuesta mucho dar salida, generalmente porque sus dueños se niegan a rebajar los precios.

A escasos kilómetros, en Ribadesella, también se está notando una cierta recuperación del mercado. En este concejo, apunta Francisco Bonilla, de la agencia inmobiliaria Inmonova, la mejoría está llegando gracias en parte al crecimiento de la demanda desde fuera de España. En concreto, señala a los ingleses, franceses y holandeses como responsables de que el mercado inmobiliario de Ribadesella se esté reanimando. "Lo que se vende ahora son aquellas casas que tienen un precio realista, que están ajustadas al mercado", resalta Bonilla. El precio es ahora un factor vital.

Gozón y Tapia. En estos concejos hay algo menos de optimismo, aunque los agentes inmobiliarios también reconocen que se está recuperando ligeramente las ventas. José Luis Pena, de Inmobiliaria Luanco, asegura que en la zona continúa habiendo una fuerte competencia por parte de la banca, que durante la crisis se quedó con muchos pisos, habitualmente por impagos, y que ahora busca darles salida con cuantiosos descuentos. Lo poco que se vende, añade no obstante, es gracias a segundas residencias para madrileños, vallisoletanos o leoneses. Y señala que en lo que sí que nota más movimiento es el mercado de alquiler, especialmente, para los jóvenes del concejo.

En Tapia la situación es parecida. "Hay gente que empieza a preguntar, hay más visitas y el 90% de personas es de fuera de Asturias, pero eso luego tarda en concretarse en operaciones de venta", resaltan desde la inmobiliaria AGCasariego. Y también advierten de que la nueva normativa que prepara el Gobierno regional sobre los alquileres vacacionales puede tener un impacto negativo.

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