La canciller alemana, Angela Merkel, ha invitado a los ejecutivos de algunas de las mayores empresas cotizadas alemanas a que asistan a una cumbre el próximo mes donde les instará a que contraten a más refugiados. Más de un millón de inmigrantes entró en Alemania el pasado año, y el Ejecutivo quiere tenerlos lo antes posible dentro del mercado laboral, lo que reduciría su dependencia del Estado y compensaría la falta de empleados mientras envejece la población activa. Merkel presionará a las reacias compañías germanas a que ofrezcan más becas y puestos de empleo para refugiados. Las grandes empresas ya han sido objeto de críticas por haber hecho poco para ayudar a integrar a los refugiados en el mercado laboral. Las empresas dicen que la mayoría de los que acaban de llegar carecen de habilidades en lengua alemana y de la formación requerida para un empleo.

El ministro italiano de Desarrollo Económico, Carlo Candela, aseguró ayer que Italia pedirá a Bruselas "toda la flexibilidad posible" para poder tener margen de maniobra y reducir progresivamente y con reformas la deuda que acumulan las arcas del país y crecer económicamente. Consciente de que Italia ha gozado ya de cierta flexibilidad por parte de la Unión Europea (UE), el ministro asegura que su país seguirá pidiendo más para poder relanzar el crecimiento de su economía, debilitada por el alto endeudamiento y la delicada situación del sector bancario. "Estamos analizando con Europa cómo afrontar la necesidad de aumentar la inversión pública y privada", agregó, al tiempo que defendió que las políticas expansivas son esenciales.