En tiempos de grandes dificultades en el mercado de trabajo y más para el acceso a contratos de calidad por cuenta ajena, muchas asturianas intentaron la salida del autoempleo y el emprendimiento. Los datos retratan que Asturias es, junto a Galicia, la región con mayor proporción de mujeres entre el total de autónomos (41%), una posición que se explica en parte por el papel de las féminas en el sector agrario.

La agencia española de "rating" Axesor ha estimado que cerca del 27% de los administradores de las sociedades mercantiles creadas en Asturias en 2015 fueron mujeres. En los nuevos negocios con estructura societaria, la paridad también sigue lejos. Aún actúan como frenos, comentan Belén Fernández y María Antonia Álvarez, el "techo de cristal" (la red a menudo invisible de intereses y de lastres culturales que frena el ascenso de las mujeres a la parte alta de la pirámide económica) y el llamado "suelo pegajoso" (las fuerzas que tienden a mantenerlas pegadas a la base). Entre estas últimas fuerzas están las tareas en el hogar y el cuidado de la familia, una ocupación que retiene la carrera profesional de las mujeres y que los varones siguen sin compartir en la medida que ambicionan muchas de ellas. María Antonia Álvarez lo resume así: "Las mujeres nos hemos incorporado muy rápidamente al mercado laboral y los hombres, muy lentamente al trabajo doméstico".

María Antonia Álvarez, presidenta de Asem, y Belén Fernández, que lidera Feda, inciden en que la "infrarrepresentación" que tienen las mujeres en los órganos ejecutivos de las patronales y cámaras de comercio asturianas. Una cuenta posible es la siguiente: entre los 89 puestos en comités ejecutivos o cargos de alta dirección que tienen las principales instituciones que representan a las empresas asturianas, 74 están ocupados por varones y 15 por mujeres. La proporción (16,8%) está doce puntos por debajo de la de mujeres que, según algunos estudios, existe en los consejos de administración de las sociedades mercantiles. La participación de mujeres en las organizaciones empresariales más destacadas se expone en los siguientes puntos.

FADE. La organización que preside Pedro Luis Fernández tiene en su cúspide ejecutiva un consejo formado por dieciocho personas, entre las que únicamente hay una mujer, Carmen Moreno, presidenta de la Unión de Comerciantes de Gijón. No se ha producido ningún avance respecto a la etapa anterior. En 2011, con Severino García Vigón en la presidencia, el entonces llamado comité ejecutivo estaba formado por 16 personas y sólo una era mujer, Alicia Castro Masaveu, representante de Corporación Masaveu. En términos relativos, la participación de una mujer en el actual consejo ejecutivo equivale al 5,55%.

Cámaras. De manera agregada, los comités ejecutivos de las cámaras de comercio de Oviedo, Gijón y Avilés tienen 34 miembros. De ellos, cinco son mujeres, el 14,7%. La institución cameral ovetense tiene la mayor cuota femenina en términos relativos (dos mujeres, el 20% de los diez miembros del comité). Se trata de las empresarias Laura Pérez y María Antonia Álvarez. Gijón tiene sólo una mujer entre los doce integrantes de su cúpula ejecutiva: María Calvo Carvajal, de Construcciones San Bernardo. Avilés, también con doce personas en el comité, tiene dos mujeres: la tesorera María Jesús García (de la empresa AMG) y Candela Fernández-Miranda (Liberbank).

El metal. La llamada comisión delegada de la patronal del metal, sanedrín ejecutivo presidido por Guillermo Ulacia, está formada por siete personas, entre ellas una sola mujer, aunque con altas responsabilidades. María Pérez, secretaria general de Femetal.

Construcción. El núcleo duro de CAC-Asprocon, patronal de los constructores asturianos, lo integran el presidente, los vicepresidentes y los responsables de los tres gremios (contratistas, promotores e industria auxiliar). Son nueve puestos y dos de ellos están ocupados por mujeres.

El turismo. De la fusión de las organizaciones hosteleras y hoteleras de Asturias nació la potente patronal OTEA. A pesar de que el protagonismo femenino en estas actividades es mayor que en otras, las mujeres ocupan tres de los dieciocho puestos de la junta directiva. Sin embargo, en el nivel profesional de alta dirección hay pleno femenino: las dos direcciones generales son mujeres y otra es responsable del área de secretaría técnica.