La ingeniería gijonesa TSK ha casi duplicado su participación accionarial en la compañía cántabra Sniace, fabricante de celulosa y fibra ignífuga en Torrelavega, y se ha convertido en su segundo grupo accionarial más relevante, con una participación en su capital del 9,9%.

El refuerzo de la posición accionarial del grupo asturiano en la sociedad cántabra, de la que hasta ahora era titular del 5,53%, se produce a escasas fechas de la prevista vuelta de Sniace a la actividad fabril tras una larga crisis y casi tres años de paralización durante los que se cuestionó su viabilidad.

TSK -que desde junio está representada por su presidente, Sabino García Vallina, en el consejo de Sniace- desveló en enero de 2008 una participación en la empresa de Torrelavega -de la que era proveedor- equivalente al 5,53% de la sociedad tras haber invertido 10,7 millones en la compra de más de 4 millones de títulos. Ahora ha comunicado al órgano rector de la Bolsa la titularidad de más de 23,16 millones de acciones, representativas del 9,9%. Se trata de la segunda mayor participación tras la de Félix Revuelta Fernández, dueño del 10,3% y presidente de Naturhouse.

Sniace superó su gravísima situación financiera tras llevar a cabo un expediente de regulación de empleo, acometer una ampliación de capital que fue respaldada por sus accionistas de referencia (incluida TSK) y alcanzar un acuerdo de plan de pagos con sus principales acreedores (los bancos BBVA y Santander, TSK, GDF y otros) y lograr el respaldo de más del 90% de ellos para reducir su deuda a 90 millones mediante una quita del 50% y la concesión de créditos participativos.

Sniace, que volvió a cotizar en Bolsa el 22 de marzo tras haber estado suspendida de negociación en el parqué desde septiembre de 2013, remontó ayer el 3,25% y cerró a un precio de 0,159 euros por título, lo que supone una revalorización del 93,9% respecto a su mínimo histórico: 0,082 euros, el precio que marcó en 2013 antes de que se suspendiera la transacción de sus títulos. Sniace prevé reemprender su actividad el día 1 para volver a producir celulosa este otoño y fibra unos meses después. El negocio energético de momento no se retomará. Dará empleo a 326 personas, 224 menos que antes del cierre fabril.