Varios gobiernos autonómicos tienen en tramitación proyectos susceptibles de recibir apoyo financiero del denominado "plan Juncker", el programa de estímulo a la inversión que la UE puso en marcha hace un año. Entre esas regiones no está de momento Asturias y tampoco hay empresas de la región entre las españolas que tienen aprobadas o presentadas iniciativas singulares con cargo al mismo fondo, según se puso de manifiesto ayer durante un acto en Oviedo con participación de representantes del Banco Europeo de Inversiones y de la Comisión Europea.
Alberto Barragán, jefe de la Oficina del Grupo Banco Europeo de Inversiones en España, expuso, durante una jornada informativa para empresarios organizada por la patronal FADE, el balance provisional del "plan Juncker", que en su primer año de existencia ha desplegado en toda Europa recursos por valor de 20.000 millones de euros que contribuirán a movilizar 116.000 millones de inversiones, el 37% del objetivo para el período 2015-2018. A España le ha correspondido el 15% de ese resultado, a través de las dos vías principales: el apoyo a proyectos singulares (10) de empresas y organismos públicos en sectores como la energía, el medio ambiente, las infraestructuras y la innovación, y otro capítulo dirigido específicamente a financiar (mediante préstamos y garantías) a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Según quedó patente ayer, el "plan Juncker" sí puede estar llegando ya a las empresas asturianas a través del apoyo a las pymes que se canaliza por medio de los principales bancos. En cambio, el director general de la FADE, Alberto González, lamentó que no haya de momento presencia de empresas españolas en los proyectos de más enjundia económica. "Que nosotros sepamos no hay ninguna empresa asturiana que haya presentado proyectos", lamentó el ejecutivo de la patronal. Y lo atribuyó, entre otros factores, a la dimensión que se exige a esos proyectos (por encima de diez millones de euros), fuera del alcance de la gran mayoría del empresariado asturiano.
La Administración regional tampoco ha concretado por ahora ninguna solicitud nueva, después de que, como ya explicó este diario, optara en un principio al "plan Juncker" con una lista de 45 proyectos que, al igual que ocurrió con las elaboradas en 2014 por el resto de autonomías, no llegó a ser considerada por Bruselas. Como explicó Alberto Barragán, aunque aquella relación quedó anulada, el Principado sí puede presentar proyectos individuales, sin descartar aquellos que formaron parte de la lista fallida y que pudieran cumplir los requisitos. Asturias no ha presentado ninguno todavía, al contrario que regiones como Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia, Baleares o Extremadura. Estas comunidades están trabajando, con el apoyo de consultoras y de la Comisión Europea, en "plataformas de inversión" para impulsar la innovación, la eficiencia energética, la edificación de viviendas sociales, el apoyo a pymes y otros fines.
"Asturias está de momento un poco más atrás", expuso el representante del Banco Europeo de Inversiones, que matizó: "Eso no quiere decir que no estemos hablando; hay conversaciones", dijo. Durante estos días, los representantes del citado banco público de la UE mantendrán contactos con el Gobierno asturiano y también con algunas de las principales empresas de la región, con el propósito de activar la conexión de Asturias con el "plan Juncker".
Barragán instó además a la Administración asturiana a conectarse a otro programa europeo del que la región está ausente: el plan llamado "Iniciativa pyme", que hasta ahora ha aportado apoyo financiero a 14.000 pequeñas y medianas empresas del resto de España. Los de Asturias y Navarra fueron los únicos gobiernos regionales que quedaron fuera de "Iniciativa pyme". La condición para participar era que el Principado aportase una porción de los fondos estructurales de la UE que tiene asignados, bajo el compromiso de que las pymes asturianas recibirían por ello respaldo financiero (líneas de crédito para circulante e inversión en activos) equivalente al menos a cuatro veces la cuantía del dinero europeo aportado por la autonomía.
