Pistoletazo de salida a la ampliación de la acería de Arcelor-Mittal en Avilés. Las 18 subcontratas que van a trabajar en estas obras durante los próximos dos meses y medio pusieron ayer en marcha las operaciones para cambiar la máquina de colada continua por otra con un molde vertical -una maniobra extremadamente delicada, destacó la compañía- y para acometer también la reforma del convertidor y el nuevo sistema de captación de gases. Cumplir los plazos comprometidos obligará a que algunos días las citadas subcontratas trabajen durante las 24 horas.

Tendrá que esperar aún unas semanas la instalación de vigas carrileras, trabajos que, dada también su complejidad, se llevarán a cabo en noviembre, cuando está programado que paren al mismo tiempo las dos máquinas de colada continua. Así que en esos días no se producirá nada de acero, lo que hará que, aguas abajo, el resto de talleres de la siderúrgica tengan que funcionar a medio gas. Ese parón productivo durará nueve días.

Ayer podían verse varias piezas de gran tamaño en la explanada que está frente a las puertas de la acería avilesina y una gran actividad laboral. A lo largo de los próximos días ese material se irá encajando en el interior. De ello se encargarán una media de 550 obreros y hasta casi hasta mil en las jornadas en las que el trabajo sea más intenso.

La ampliación permitirá a la siderúrgica fabricar acero a mayor velocidad y también de más calidad. Con ello Arcelor podrá entrar en nuevos mercados y afianzarse en otros como el de la industria automovilística, donde la renovación tecnológica y la exigencia de aceros cada vez más resistentes es continua.

La multinacional también aprovechará para cambiar el sistema de refrigeración de los dos hornos altos de Gijón. Estos últimos trabajos se harán en dos tandas: primero en el "A", desde el jueves, y después en el "B", en noviembre.