El sector cooperativo lácteo gallego, que opera en la mayor región productora española de leche de vacuno pero cuyo poderío industrial y transformador es secundario respecto al asturiano, está gestando un proyecto de integración de organizaciones campesinas de la comunidad cuyo propósito es trascender el inicial ámbito autonómico y proyectarse al resto de España (sobre todo, por la Cornisa Cantábrica) con la aspiración de crear una futura gran cooperativa láctea nacional.

Las cooperativas ganaderas Feiraco, Os Irmandiños, Melisanto y Xallas someterán este mes a sus respectivas asambleas la integración en lo que se conoce como una cooperativa de segundo grado (cooperativa de cooperativas), que se pretende que esté activa el 1 de enero.

En el proyecto subyace la filosofía de replicar el modelo de Central Lechera Asturiana (Clas) y su filial industrial Capsa mediante la integración en vertical del sector primario y del transformador, un empeño que se ha intentado sucesivas veces en la comunidad gallega con varios fracasos y con varias realizaciones vigentes, aunque éstas no han llegado a alcanzar por ahora los volúmenes de producción, facturación, cuota de mercado y liderazgo de marca que sí logró desde 1970 Central Lechera Asturiana.

Tres de las cooperativas partícipes en el proyecto (Feiraco, Irmandiños y Melisanto) ya cuentan con plantas de procesado de leche (la factoría de Feiraco y la de la antigua Clesa, participada por las tres cooperativas) y no renuncian a dotarse en el futuro de un nuevo complejo fabril.

El proyecto que ahora ponen en marcha estas cooperativas parte de posiciones muy rezagadas respecto a las de Clas y Capsa, pero apunta más lejos, en la medida en que anuncian un afán de proyectarse por la Cornisa Cantábrica y al ámbito nacional.

Ésta es una opción estratégica que también se discutió en los últimos años en el seno de Central Lechera Asturiana, donde una tendencia es partidaria de reforzar el bastión asturiano y otra postuló el proyecto de liderar un gran proyecto cooperativo lácteo nacional para dominar la producción en origen, reforzar el cooperativismo y hacer frente al fin de las cuotas lácteas, la caída de los precios en el mercado internacional y la concentración del sector de la distribución (supermercados e hipermercados).

La gran cooperativa andaluza Covap también se mueve y, en alianza con la cooperativa Lleters de Catalunya, acaba de adquirir a la vasca Iparlat una planta en Vic (Cataluña), aunque para suministrar marca blanca a Mercadona.

La fusión gallega sumará 4.340 socios (Clas tiene 7.474 de los que sólo 1.379 producen leche), controlará el 20% del sector gallego y sumará 410 millones de litros anuales. Clas recoge 360 millones (más del 60% de la producción asturiana), si bien Capsa, con fábricas en cinco regiones, trata 1.627 millones. Galicia produce el 38% de la leche española de vaca y Asturias, el 8,2%.