El Rey de España, Felipe VI, ha inaugurado esta mañana en A Coruña el XIX Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra en las instalaciones del Palacio de Exposicones y Congresos (Palexco) con un discurso en el que ha destacado el carácter familiar de las empresas como un factor clave para mejorar la competitividad y "superar con mayor solvencia los periodos de crisis".

"Las empresas más estables, y más grandes, dan solidez al conjunto de la economía con contribuciones tan esenciales como la creación de empleo estable, una cultura de mayor vinculación de los empleados con la empresa o la correspondiente aportación a las arcas públicas", ha remarcado en una intervención en la que pronunció algunas palabras en gallego.

Felipe VI ha puesto a Galicia como ejemplo de "laboriosidad y buen hacer" y ha ensalzado la importancia de transmitir los valores de emprendimiento y trabajo y la imagen del empresario como "fundamental generador de empleo y de bienestar general".

El Rey ha animado también a profundizar en el estudio y diagnóstico de la empresa familiar, aunque echó en falta la ausencia de más estadísticas que analicen la realidad del sector. En este sentido, ha destacado el estudio piloto sobre empresas familiares que está poniendo en marcha el Instituto Nacional de Estadística, así como la iniciativa del Instituto de Empresa Familiar que, con la red de Cátedras de Empresa Familiar, está desarrollando otros estudios.

El monarca ha resaltado el hecho de que en las empresas familiares hay mayor igualdad entre hombres y mujeres, menores ratios de endeudamiento y presentan una mayor longevidad. "Las empresas familiares muestran un especial compromiso social y territorial, y atienden de manera singular el mantenimiento del empleo incluso a costa de perder competitividad", ha señalado.

El monarca no ha hecho mención a la situación política que atraviesa el país, a diferencia del presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, que llamó a actuar con "sosiego" y a evitar "actitudes grandilocuentes". "Hay que apropiarse para la vida nacional de valores de la empresa familiar como continuidad, estabilidad y sosiego. Es necesario continuar con este proyecto de éxito nacional, basado en una estabilidad que no significa inmovilidad", ha reclamado el presidente.

Aprender de las empresas familiares

También hizo referencia al momento político el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Osborne, quien también ha demandado contundencia contra la corrupción y estabilidad institucional, clave, ha dicho, para captar la inversión.

La estabilidad -ha dicho Osborne- "es sinónimo de permanencia, de duración, de longevidad, que es lo que caracteriza a las empresas familiares. De ellas se puede aprender mucho por su visión de largo plazo, el rigor, la disciplina, la austeridad, la cultura del esfuerzo, la asunción de riesgos, o el compromiso con el entorno social y el territorio".

Una empresa longeva, ha recordado el presidente del Instituto, "es una empresa con experiencia, que conoce su mercado, que ha conseguido transmitir en la familia la pasión por su negocio y que ha sabido adaptarse a los constantes retos y desafíos que sufrimos todas las empresas. Por ello, hemos de cuidar esta cultura empresarial, porque forma parte del patrimonio de toda la sociedad y es motor de crecimiento y desarrollo económico".

El lema elegido este año para el Congreso es "Crecimiento con Raíces". En este sentido, Osborne ha señalado que "nuestras empresas familiares deben ganar dimensión con el fin de mejorar su eficiencia y competitividad". Este crecimiento, además, ha de ser "sólido y estable, arraigado en los valores que distinguen a la empresa familiar y en el territorio de donde provienen". Este reto es extensible también al resto de las empresas españolas, "y nos gustaría que el Congreso sirviera para reflexionar y proponer medidas que contribuyan a lograr este objetivo en los próximos años", ha señalado el presidente del IEF.