Las empresas españolas de titularidad familiar dan un aprobado a la situación económica y un suspenso rotundo a la situación política, según ponen de manifiesto los resultados de la encuesta interactiva realizada ayer entre los responsables de compañías presentes en el XIX Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra en La Coruña.

En concreto, las opiniones de los más de quinientos empresarios y directivos presentes en ese cónclave calificaron el clima económico en España con una nota un 5,31, en una escala entre cero y nueve puntos, y dieron un 1,79 al momento político. La nota de la situación económica continúa en el nivel de 2015 y sube respecto al 4,26 de 2014, al 3,89 de 2013 y al 2,53 de 2012. Respecto a la situación política, la valoración está por debajo del 2,08 del año pasado, pero por detrás del 1,08 del año 2014.

Los resultados de la encuesta dejan ver también cuáles son algunas de las principales preocupaciones de las empresas familiares. Una mayoría de empresas ve señala la simplificación administrativa, la defensa de la unidad de mercado y la educación como prioridades sobre las que debería actuar el próximo gobierno. Los participantes apostaron de manera mayoritaria por un mercado de trabajo "flexible y eficiente" y una mejora de la calidad del capital humano. Demandan también una fiscalidad moderada y la disminución de las barreras regulatorias.

En este último capítulo se incide en la reducción de la burocracia y los problemas de fragmentación del mercado, en referencia a las dificultades que el modelo territorial y la profusa producción legislativa de las autonomías añade al funcionamiento de las empresas.

Un 32% de los representantes empresariales reunidos en la ciudad gallega reconoció que no ha tenido contactos para fusiones, aunque el resto las ha explorado bien con empresas españolas, internacionales o con ambas.

El 53% de los presentes afirmó que tiene una estrategia de responsabilidad social corporativa tanto a nivel interno como externo y apenas un 20% declaró que no tiene ninguna de las dos.

Un 82% anticipa un moderado aumento de la actividad con una limitada creación neta de empleo y un 69% piensa que aumentará su cifra de ventas en 2017, mientras que un 87% ve el panorama positivo hacia los próximos tres años. Otro reciente trabajo demoscópico encargado por el Instituto de la Empresa Familiar a KPMG subraya que las compañías son optimistas con respecto a su futuro y la mayoría prevén seguir creciendo a corto plazo. El 70% de los encuestados mostró una impresión "positiva" de la situación económica que tendrá su compañía en los próximos 12 meses, si bien la tasa es nueve puntos inferior a la registrada hace un año.