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Los frentes que lastran a Duro

La multinacional asturiana, cuya cotización ha retrocedido el 53% en un año, tiene problemas para cobrar grandes obras en América y Australia

Duro Felguera depende, sobre todo desde 2010, principalmente del mercado internacional. Es una empresa global. Los ingresos llegan desde todos los continentes y en ocasiones los problemas también. La compañía tiene ahora tensiones de tesorería por impagos de más de 300 millonarios de euros de proyectos en Argentina, Australia y Venezuela y está tratando de renegociar el pago de su deuda con los bancos (unos 235 millones) para acompasarlo al cobro de las obras problemáticas. Tras airearse sus apuros financieros, la compañía asturiana ha sufrido un correctivo en Bolsa. El lunes perdió el 10,74% y ayer recuperó el 1,85%. En el último año, el descalabro ha sido del 53,5%.

Durante años, la principal preocupación de Duro era el futuro de sus talleres en Asturias. Tras su reestructuración, los talleres son la división que registra mayores aumentos de ventas y mejores resultados. Los problemas vienen de fuera y sobre todo de la línea de negocio de energía, la principal del grupo asturiano. Duro tiene abiertos varios frentes legales para recuperar el dinero que considera que es suyo. Su falta ya ha repercutido en los resultados de los últimos ejercicios (el pasado año registró unas pérdidas de 68,8 millones y en el primer semestre del año de 1,79 millones). Las disputan se localizan en América y Australia.

Argentina. Duro Felguera está construyendo en el país sudamericano la central de ciclo combinado de Vuelta de Obligado, un proyecto con fuertes sobrecostes debido a la espiral inflacionista en Argentina y a la extensión del plazo de ejecución, circunstancia aceptada por el cliente y que obedece a causas ajenas al consorcio contratista al que pertenece Duro. La compañía asturiana reclama 150 millones de euros por el sobrecoste y por los intereses derivados de la financiación a la que tuvo que acudir para asumir la extensión del plazo. Al no haber acuerdo, las partes se han sometido a un arbitraje en la corte de Buenos Aires para la resolución del conflicto.

Venezuela. Es otro de los focos de conflicto. En el país sudamericano Duro Felguera construyó la central de Termocentro, que alimenta de energía a Caracas. Venezuela comenzó a retrasarse en los pagos a partir de 2014 y los saldos vencidos pendientes de cobro superan los 101 millones de euros. Por otro lado una investigación de la Audiencia Nacional trata de aclarar si en la contratación del proyecto pudo haber pago ilícito de comisiones, lo que podría abrir un nuevo frente judicial para la empresa.

Australia. Duro Felguera ejecuta con otros socios desde 2013 el proyecto minero Roy Hill Iron Ore Project por un importe de más de 928 millones de euros. La obra pasó por visitudes que dispararon los costes y ahora la firma coreana Samsung C&T, que ha registrado fuertes pérdidas con el proyecto australiano, se niega a reconocer el alcance de los trabajos que Duro asegura que ha realizado. Además, le ha ejecutado avales por valor de 88 millones de euros. La compañía asturiana demandó a Samsung C&T en la corte de arbitraje de Singapur, donde espera recuperar 140 millones, y en los tribunales australianos reclama otros 46 millones. Fuentes de Duro destacaron que en este caso "las perspectivas de cobro no son malas" y destacaron que en una primera estancia administrativa la compañía española ha ganado las cinco reclamaciones presentadas contra Samsung. No obstante, los abogados de la firma coreana han conseguido dilatar el pago mediante un recurso en el que alegan defectos de forma.

Otros frentes. Duro Felguera también ha presentado reclamaciones por sobrecostes en el proyecto de la central de ciclo combinado de Carrington, en Reino Unido, y el pasado año recibió un sentencia desfavorable que le obligó a pagar 12,9 millones de euros a la compañía irlandesa John Sisk & Son por una disputa contractual. Duro también ha demandado judicialmente a Bankia por los daños y perjuicios derivados de la salida a Bolsa de la entidad financiera en 2011. Duro invirtió cerca de un millón de euros en el debut bursátil de Bankia, entidad con la que curiosamente ahora renegocia el pago de su deuda, al igual que hace con Santander, Popular, BBVA, Sabadell y Caixa Bank.

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