BBVA Research prevé que la economía asturiana crezca este año el 2,8% y que se desacelere el que viene al 2,2% (cuatro décimas más de lo previsto hace unos meses), mientras que en materia de empleo vaticina la creación de 10.000 nuevos puestos de trabajo en el bienio y una caída de la tasa de paro por debajo del 18%.

La directora de la Territorial Noroeste del banco, Yolanda Martínez-Bajo, y el economista jefe de España de BBVA Research, Miguel Cardoso, presentaron ayer en Oviedo un informe que señala que el crecimiento del empleo estará caracterizado por la persistencia de la temporalidad (alrededor de un tercio de los nuevos contratos) y la tendencia a la caída salarial. Cardoso aseguró que, a pesar de esos indicadores, las rentas familiares van a aumentar como consecuencia de la caída del paro.

El informe "Situación de Asturias" calcula que se crearán 10.000 empleos entre 2016 y 2017, lo que reduciría la tasa del paro por debajo del 18%, 10 puntos menos que el máximo registrado en 2013, pero "aún alejada" del 8% de 2007, antes del inicio de la crisis.

Según cálculos de BBVA Research, el producto interior bruto (PIB) regional creció el 0,6% en el tercer trimestre y podría acelerarse al 0,7% en el cuarto, encadenando tres años consecutivos de aumento por la progresiva recuperación de la demanda interna y el dinamismo del sector turístico.

El informe revisa al alza las previsiones y sitúa el crecimiento para el 2017 en un 2,2%, cuatro décimas por encima de lo previsto hace cuatro meses. No obstante, prevé que la tendencia sufra una desaceleración por el impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y la incertidumbre sobre la política económica española, entre otros factores. El abaratamiento del petróleo, los bajos tipos de interés, la consolidación fiscal y el crecimiento del turismo han sido "los vientos de cola" que impulsaron el crecimiento, pero se espera que "no tengan el mismo impacto" en los próximos meses.

Cardoso apuntó que la exposición de la economía asturiana al Reino Unido tendría un impacto negativo cercano a las 4 décimas del PIB regional, similar al del conjunto de España. La incertidumbre sobre la política económica española podría restar 5 décimas por año al crecimiento en la región en el bienio 2016-2017, añadió.

El economista señaló la reducción del desempleo de larga duración, el aumento de la productividad y la inversión en investigación, desarrollo e innovación como los "retos" de la economía asturiana. El consumo privado ha evolucionado en constante crecimiento este año, aunque por debajo de la media española, y se "consolida" como motor del crecimiento, impulsado por el mantenimiento de tipos de interés "históricamente bajos". La caída de los precios del petróleo y la recuperación de la demanda interna han favorecido el crecimiento del turismo en Asturias durante el último año, añadió.

Respecto a los posibles efectos económicos de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, apuntó que la situación de Europa es "muy diferente", con tasas de paro muy altas en relación a la americana (4%). Destacó que es "poco probable" que en los "próximos meses" se produzca en Europa un aumento de los tipos de interés como puede suceder en los Estados Unidos. A corto plazo, Cardoso destacó que la no firma del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) parece ser el cambio más importante que supone la victoria de Trump, pero remarcó que se trata simplemente de "una posibilidad que se deja de lado" por lo que su efecto negativo no es cuantificable ya que las relaciones comerciales entre EEUU y UE seguirían como hasta ahora.