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El pulso de la principal actividad fabril asturiana

El metal congela la creación de empleo

La ralentización de la demanda nacional y exterior empieza a pasar factura al sector regional, que clama por políticas en España y en Asturias que apuesten por la industria

El metal congela la creación de empleo

La industria del metal, medular en la estructura productiva asturiana, da señales de que su actividad se está ralentizando, con retrocesos en la cartera de pedidos y en las cifras de negocios, y con un frenazo también en el aumento del empleo que, según la patronal Femetal, se confirmó en el tercer trimestre de este año. La organización que preside Guillermo Ulacia constata que el sector está empezado a acusar una desaceleración de la demanda nacional e internacional, asociada a la escalada de incertidumbres que retrasan las decisiones de inversión.

Según recoge el informe de coyuntura de Femetal correspondiente al primer semestre de este año, la producción agregada del sector creció moderadamente en el período (0,93% interanual), aunque no todas las ramas evolucionaron igual: la producción metalúrgica, el negocio más prominente con Arcelor a la cabeza, desciende este año el 3%, al igual que ocurre con los subsectores de productos metálicos y material eléctrico; la fabricación de maquinaria mantiene niveles estables, y sobresalen las mejoras en fabricación de vehículos y sobre todo en el capítulo de "otro material de transporte", que comprende los astilleros y las fábricas ligadas al ferrocarril.

Hay otros resultados positivos. Lo que Guillermo Ulacia llama la "clase media" del metal, formada por empresas auxiliares y talleres de modesta dimensión, se está beneficiando del nivel de inversión privada dentro de Asturias, con los proyectos desplegados principalmente por la energética EDP, para equipar sus térmicas con equipos de desnitrificación, y por Arcelor, que está ampliando la acería de Avilés y actualizando otras instalaciones.

Pero en general el índice de producción del metal avanzó en el primero y el segundo trimestres del año a velocidades (1,09% y 0,78%) claramente inferiores a los promedios del país (4,1% y 7,5%), alentados por el empuje de la automoción, con una presencia muy limitada en Asturias.

Al mismo tiempo, la cifra de negocios baja, reflejando la intensa competencia en el mercado doméstico y en el exterior. "Las empresas tienen actividad, pero los márgenes son cada vez más difíciles de mantener", explica el presidente de Femetal. El panel de señales "preocupantes" que recoge la patronal en su informe incluye también una caída de la entrada de pedidos del 10,7% de media en el primer semestre año. Aunque algunas actividades cosechan resultados muy positivos (la fabricación de equipo eléctrico y la construcción naval), otras se resienten del bache de confianza y visibilidad que dentro y fuera de España ralentiza la inversión industrial. "Las empresas están trabajando muy activamente para conseguir pedidos en los diferentes mercados, presentando muchas ofertas, pero la incertidumbre global sobre la economía está retrasando las decisiones", expone Ulacia.

El reflejo de todos los factores comentados en el mercado laboral es que los aumentos interanuales del empleo que se había observado en el primer y en el segundo trimestres del año se truncaron en el tercero, con un descenso de la ocupación. La plantilla media del metal en 2016 es de 29.433 personas, 100 menos que en 2016 (-0,34%). La creación de empleo neto en la principal actividad fabril asturiana se ha frenado por tanto.

El panorama descrito lleva a Femetal a reclamar a los poderes públicos un impulso de política industrial. En un editorial escrito días antes de la investidura de Mariano Rajoy y cuando el Gobierno asturiano se disponía a abordar la negociación de las cuentas regionales, la patronal asturiana expone: "Es el momento de plantear un proyecto socioeconómico, a través de unos presupuestos generales para el país y para la región, que permitan a las empresas, como principal motor, consolidar los avances logrados, impulsar las inversiones y seguir progresando en el Estado del bienestar creando empleo estable y de calidad". Y se añade en dirección a los políticos asturianos: "La falta de unos presupuestos generales ambiciosos y el ya casi hecho de volver a enfrentarnos a una segunda prórroga presupuestaria atisban un panorama de inestabilidad que en nada contribuye al crecimiento de la economía".

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