Las obras de modernización de Arcelor-Mittal en Asturias entran en su semana definitiva. El horno alto "B" se puso el pasado fin de semana en funcionamiento y se espera que durante estos días esté ya produciendo a pleno pulmón. Además, el miércoles está previsto que la acería de Avilés (la llamada LD-III) finalice ya la fase de pruebas en la que se encuentra desde hace unos días y pueda también comenzar a producir, después de las obras de ampliación a las que se sometió.

En el caso del horno, la multinacional siderúrgica aprovechó la reducción de producción por las obras de la acería avilesina para reformar los sistemas de refrigeración (los llamados "staves"), que sufren un enorme desgaste debido al uso. Primero se paró el "A" durante varias semanas y a continuación su gemelo, el "B". En ambos casos los trabajos se llevaron a cabo mucho más rápido de lo inicialmente previsto, y los dos pudieron arrancar antes de tiempo. La compañía presume de que en Asturias trabaja uno de los equipos que es especialista en este tipo de arreglos que, incluso, atiende las necesidades de otros altos hornos de la siderúrgica en Europa.

En concreto, en el horno "B" Arcelor inició su arranque ya durante la noche del viernes y a lo largo de todo el fin de semana se han estado desarrollando las tareas de encendido. Según la compañía, estará a pleno rendimiento "en un par de días".

Al mismo tiempo está previsto que se ponga en marcha la acería avilesina. Los trabajos consintieron en la instalación de una nueva máquina de colada continua, de corte vertical, para poder producir acero de más resistente y de mayor calidad. Asimismo, se sustituyeron uno de los convertidores y las vigas carrileras y se realizó el montaje de un sistema de captación de gases.

La ampliación permitirá a la siderúrgica fabricar acero a mayor velocidad. Con ello Arcelor podrá entrar en nuevos mercados y afianzarse en otros como el de la industria automovilística, donde la renovación tecnológica y la exigencia de aceros cada vez más resistentes es continua. Queda pendiente una segunda fase de los trabajos, que los sindicatos han reclamado a la multinacional que ponga ya en marcha.