La Comisión Europea ha anunciado este lunes la imposición de una multa de 166 millones de euros a los fabricantes de electrónica Sony, Panasonic y Sanyo por pactar precios e intercambiar información de las baterías de ion de litio recargables que producían, y que se utilizan habitualmente en teléfonos móviles y ordenadores.

Samsung también participó en el pacto ilegal pero ha esquivado la sanción económica porque confesó a Bruselas la existencia del cartel, contrario a las reglas europeas en materia de competencia.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha justificado la multa en que "millones de europeos" utilizan productos que llevan incorporadas este tipo de baterías, por lo que el cartel tuvo una "incidencia en los precios" que pagaron por sus artículos electrónicos.

Aunque las reuniones para pactar los precios y coordinar la estrategia se produjeron fuera de la UE entre 2004 y 2007, el resultado afectó a los consumidores europeos, por lo que el Ejecutivo comunitario decidió actuar, según ha explicado la comisaria.

Las cuatro empresas afectadas han reconocido su participación y han aceptado pagar la multa, aunque Samsung ha sido eximida del pago por haber sido la primera en informar del cartel. Sin embargo, Sanyo deberá pagar 97,15 millones de euros (tras una reducción del 30 % por la cooperación), Panasonic de 38,9 millones de euros (tras una rebaja también del 30 %) y Sony de casi 30 millones de euros (tras perdonarle el 50 %).