La sentencia del Tribunal Europea sobre las cláusulas suelo de las hipotecas penalizó ayer a los valores bancarios en la Bolsa, con caídas generalizadas de sus cotizaciones, de las que sólo se libró Bankinter, cuyo modelo de negocio difiere del de sus competidores y no tiene afectación.

El mercado se cebó en especial con Liberbank. El banco liderado por la Fundación Bancaria Cajastur, que llevaba varias semanas al alza, y que había recuperado y superado en los últimos día la barrera del euro, se desplomó el 13,44% y cayó desde los 1,116 euros por título a los 0,96 del cierre. El mínimo de la sesión lo fijó en los 0,954 euros.

Al final de la sesión, y tras haberse atenuado algunos descensos, el Popular perdió el 5,82% de su valor bursátil; Sabadell, 1,3%; Bankia, 1,01; BBVA, 0,92; Caixa Bank, 0,81 y Santander, 0,44%.

Muchos inversores se retiraron de los valores bancarios en previsión del impacto que vaya a tener el fallo sobre la cuenta de resultados de las entidades y, en consecuencia, sobre sus dividendos y rentabilidad de las acciones.

La generalidad de los bancos habían dotado y provisionado la devolución de intereses cobrados de mayo de 2013 en adelante, como había ordenado el Tribunal Supremo español, o habían llegado a acuerdos compensatorios con los clientes para cambiarles las condiciones de sus hipotecas. Ahora, el fallo del Tribunal de Justicia Europeo obliga a reintegrar también los intereses cobrados entre 2009 y 2013 por encima de las condiciones de mercado en virtud de la aplicación de las cláusulas suelo. Sin embargo, ni el Supremo ni el Tribunal Europeo declararon ilegales dichas cláusulas, sino sólo aquellas que se hayan aplicado y contratado con los clientes sin haber informado de forma suficiente a los usuarios. Por consiguiente, el impacto va a depender de que otros fallos determinen falta de transparencia caso a caso. El Sabadell dijo por ello que la resolución no le afecta porque sus cláusulas son correctas.

Muchos bancos aguardarán previsiblemente a que eso ocurra, y a hacer las devoluciones sólo cuando así lo establezcan las sentencias de forma individual, aunque no es descartable que algunas entidades, como ocurrió tras el fallo del Supremo, tomen la iniciativa y busquen un entendimiento con la clientela para evitar litigiosidad y daño reputacional. El PSOE propuso ayer al Gobierno promover un arbitraje que exima a los clientes de tener que pleitear.

En el caso de Liberbank, la nueva sentencia afecta potencialmente a un volumen de créditos por valor de 1.400 millones sobre una inversión crediticia total de 23.500 millones. La cuantía máxima a devolver a sus clientes, si se determinase que en todos los casos las cláusulas hubiesen sido abusivas, sería de 83 millones, aseguró Liberbank al regulador del mercado. El Popular lo cuantificó en 334 millones, de los que ya provisionó 305. Y el BBVA, en 404 millones. El Santander tiene una baja exposición. Si todas las cláusulas aplicadas entre 2009 y 2013 fuesen anuladas, el coste para el sector sería de 4.000 millones, según el Banco de España.