La reforma del impuesto de sucesiones, en vigor desde el pasado día 1 de enero, ha convertido a Asturias en una de las cuatro regiones donde los hijos, cónyuges y otros familiares directos que heredan por valor de 200.000 euros están exentos de tributar. En ese supuesto e incluso en otros de herencias algo mayores y también propias de la clase media, el Principado ha pasado de encabezar la presión fiscal en España a compartir con Galicia, Castilla y León o el País Vasco las posiciones donde el régimen tributario es más favorable al contribuyente.
Una simulación realizada por José Luis Hevia, abogado ovetense y experto en la tributación de las herencias, muestra los efectos del cambio pactado entre el PSOE y el PP en el impuesto de sucesiones dentro de la negociación presupuestaria para 2017, que ha sustituido la exención anterior para los legados de hasta 150.000 euros (limitada para los herederos con patrimonios preexistentes inferiores a 402.678 euros y que suponía tributar desde el primer euro si la porción hereditaria superaba mínimamente los 150.000) por una reducción por parentesco de la base imponible de 200.000 euros que beneficia a todos los contribuyentes siempre que sean cónyuges, hijos, nietos o padres de la persona fallecida. Los impactos que se infieren de los cálculos de Hevia (reproducidos en el gráfico adjunto) se explican en los siguientes puntos.
El ahorro. En el ejemplo de un hijo mayor de 21 años que hereda por valor de 200.000 euros, el ahorro con la reforma para un asturiano es de 28.229 euros.
El ranking. Asturias deja de compartir con Andalucía la condición de región donde más tributaría el citado heredero y se integra en el grupo de cuatro autonomías donde no se paga el impuesto de sucesiones por una herencia de 200.000 euros. El letrado asturiano incide en que, como recoge el gráfico superior, existe tal diversidad entre las comunidades que, salvo en las cuatro donde no se tributa, la cuota a pagar es distinta.
El "error de salto". La nueva regulación corrige el "error de salto" que provocaba la anterior, el hecho de que heredando 150.000 euros no se tributaba, pero con 151.000 la factura pasaba a ser de 18.453.
La nueva tarifa. La reforma del impuesto asturiano de sucesiones ha incluido la creación de una nueva tarifa con tramos y tipos de gravamen específicos para los familiares beneficiados por la nueva reducción de 200.000 euros. Según el Gobierno regional, esa tarifa se diseñó para preservar la progresividad del impuesto y limitar la pérdida de recaudación, que en parte sería compensada con la tributación de las herencias de mayor cuantía. Sin embargo, la aplicación de la nueva escala (con cuatro tramos y tipos entre el 21,25% y el 36,5%) muestra que el ahorro en la cuota tributaria se mantiene por encima de los 28.000 euros incluso para quien herede por valor de cinco millones de euros.
Parentesco y vivienda. La combinación de la nueva reducción por parentesco y de la relacionada con la vivienda habitual del fallecido (ya existente y de hasta 122.606 euros) hace que el hijo (u otros descendientes, cónyuges o ascendientes) que hereda por valor de 300.000 euros tampoco tribute en Asturias. En este ejemplo, el contribuyente de Asturias recibe el mismo trato que el de Galicia y mejor que los de Cantabria (79 euros de cuota tributaria), Castilla y León (4.948 euros) o Madrid (455 euros). La situación cambia en el caso de que la herencia sea de 400.000 euros (incluyendo la vivienda habitual y un segundo inmueble). El heredero paga en ese caso 17.355 euros en Asturias, menos que en Castilla y León, pero mucho mas que en Cantabria y Madrid.
Los 300.000. El compromiso, pactado entre el Gobierno socialista y el PP, de situar la reducción por parentesco en 300.000 euros dentro de este año podría elevar el ahorro para los herederos hasta los 40.000 euros.
