César Ceñera, langreano afincado en Oviedo, y su familia han sido de los primeros afectados en Asturias por las cláusulas suelo de las hipotecas a los que la Audiencia Provincial reconoce el derecho a la devolución completa de lo pagado de más al banco. En su caso, recuperará cerca de 30.000 euros porque, además de cláusula suelo, su préstamo llevaba añadido un contrato de permuta financiera ("swap") que la Justicia también ha anulado por abusivo.

En 2007, a un paso de que estallara la burbuja inmobiliaria, Ceñera adquirió una vivienda por 250.000 euros en Oviedo. Firmó para ello una hipoteca de 190.000 con el Banco Popular. "La contratamos con un director de sucursal que era amigo de la familia, así que nos fiamos de él", recuerda. El préstamo llevaba dentro, además de una cláusula suelo que blindaba al banco frente a la posible caída del euríbor, un "swap", un contrato paralelo que permite al prestatario recibir un dinero si los tipos de interés van en una dirección y que le obliga a pagar más al banco si lo hacen en la contraria. Hace cuatro años, César Ceñera, casado y con un hijo, se quedó en paro. La familia hizo frente al pago de la cuota hipotecaria (más de 750 euros al mes entonces) con el sueldo de la esposa, auxiliar de enfermería y "haciendo virguerías".

Hace dos años, la familia inició la batalla legal asesorada por José Antonio Ballesteros, letrado de la Unión de Consumidores. En diciembre de 2015, un juez de primera instancia anuló el "swap" y condenó al banco a devolver 16.550 euros más los intereses legales. Invalidó también la cláusula suelo, si bien limitó la compensación al dinero pagado de más desde diciembre de 2013, como entonces fijaba el Supremo. La Audiencia Provincial, en una de sus primeras sentencias con la nueva doctrina, ha determinado ahora que la familia reciba todo el dinero cobrado por el banco por la acción de la cláusula suelo (unos 12.000 euros, estima su abogado). Entre uno y otro, César Ceñera recuperará cerca de 30.000 euros.