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El ahorrador huye de los plazos fijos

Los depósitos de los asturianos, en el nivel mínimo desde 2006 por los ínfimos rendimientos Las familias dejan su dinero en libretas de ahorro

El ahorrador huye de los plazos fijos

Los asturianos y sus empresas tienen del orden de 23.700 millones en cuentas y depósitos bancarios, una cantidad que supera el 100% del producto interior bruto (PIB) y que se ha mantenido casi estable en el último año, aunque su estructura interna ha sufrido variaciones de alcance. Los ínfimos tipos de interés con que la banca remunera ahora los plazos fijos está provocando una intensa salida de dinero de esos productos financieros, que durante décadas han sido los preferidos por los ahorradores asturianos, con un perfil generalmente conservador. Familias y empresas están participando de la tendencia nacional a asumir algún riesgo más y entrar en fondos de inversión, pero la mayor parte de los más de 1.200 millones que los asturianos sacaron de depósitos a plazo en 2016 (al alcanzar los vencimientos) quedaron embalsados en libretas de ahorro, también con réditos minúsculos, pero con plena disponibilidad para operar con el dinero.

La estrategia monetaria ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) es buena para quien está endeudado, que paga menos por el crédito, pero desfavorable para el ahorrador. Combinada con las medidas que desde 2013 aplicó el Banco de España de España para evitar "guerras de depósitos" en el sector financiero, entonces maltrecho, la política del eurobanco ha hecho que el rendimiento medio que ofrecen las entidades para los nuevos depósitos a plazo esté en el 0,12%, el nivel más bajo hasta donde llegan las series estadísticas oficiales. Hace cuatro años, el promedio de interés era del 2,83%. Traducido a dinero: un depósito de 10.000 euros rentaba 283 euros brutos (antes de retenciones del IRPF) en 2012 y ahora renta 12 euros.

En el último año, esa tendencia se ha acentuado, pasando el interés medio del 0,39% en 2015 al 0,12% a fines de 2016. ¿Qué ocurrirá en los próximos meses? Aunque en los mercados internacionales hay señales de cambio de tendencia en los tipos de interés reales (están repuntando los de la deuda pública, por ejemplo), el presidente del eurobanco, Mario Draghi, acaba de confirmar que el precio oficial del dinero permanecerá en el 0% "por un largo período de tiempo" y eso es lo que determina verdaderamente cómo será la remuneración de los ahorradores: igual o incluso inferior a la actual, ya que las estrategias comerciales de la banca propenden a reducir más aún el atractivo de los depósitos para estimular la contratación de fondos de inversión, una de sus apuestas principales.

Hasta ahora, el impacto para los ahorradores de la política del BCE ha sido un recorte en los rendimientos que obtienen (se ha estimado que la merma para las familias españolas ha superado los 22.000 millones de euros desde 2008). Este año además, puede suponer una devaluación del ahorro por el efecto de la inflación. En 2014, 2015 y 2016, la tasa media de variación de los precios fue negativa, de forma que, aunque el interés nominal del depósito fuera muy bajo, existía una ganancia real mayor. Pero en 2017 no será así. Considerando que la inflación media superará el 2% en España, como prevén los observatorios económicos, un depósito de 10.000 euros remunerado al 0,12% obtendrá un rédito nominal de 12 euros, pero registrará una pérdida real de 188.

La ínfima rentabilidad explica que el nivel de los depósitos a plazo en Asturias (9.326 millones en septiembre de 2016) sea el más bajo en una década. En tres años, desde que el Banco de España y el BCE tomaron las decisiones más drásticas, el ahorro colocado en esos productos bajó en más de 3.800 millones. Y el limitado atractivo de otras alternativas de inversión y la aversión al riesgo que caracteriza a los ahorradores de la región (los más conservadores de España junto con los gallegos, según algunas encuestas) explica por su parte que en ese tiempo haya crecido sobre todo el saldo general de las cuentas a la vista, también con rendimientos por lo común insignificantes (0,07% de media en 2016), pero que permiten disponer del dinero sin penalización. Los asturianos tienen ahora cerca de 8.700 millones en las llamadas libretas de ahorro, una cantidad inédita al menos en los treinta años que se recogen en las estadísticas del Banco de España.

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