La recuperación del mercado laboral se aceleró el pasado año en Asturias, singularmente en el último trimestre. Los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos ayer atribuyen a la región vigorosos resultados en creación de empleo y reducción del paro, los mejores desde el año 2008. Considerando los datos medios del ejercicio, como recomiendan los expertos, la comunidad registró una ganancia neta de casi diez mil puestos de trabajo en 2016, si bien muchos de ellos fueron puestos temporales, de jornada reducida o corresponden a las ocupaciones de nuevos autónomos y trabajadores independientes. La figura del "freelancer" que está cobrando protagonismo por fenómenos como la digitalización y la creciente "externalización" de labores que las empresas hacían antes con personal de plantilla.

La EPA arrojó los siguientes datos principales para Asturias y para España referidos al período octubre-noviembre de 2016:

Parados. La región tuvo en ese tiempo una media de 67.300 desempleados, casi un 30% menos que a la misma altura de 2015. Tal descenso fue el mayor del país en términos relativos y dejó al tasa de paro en el 14,5% de la población activa (los asturianos que trabajan o están en disposición de hacerlo), cuatro puntos por debajo del promedio nacional (18,6%). El número de parados se situó en el nivel más bajo desde mediados de 2009. En el conjunto de España la relación de desempleados retrocedió el 11,3% (541.700 menos). El país tiene 4,237 millones de personas que no tienen trabajo y que lo están buscando, dos millones menos que en la primavera de 2013, cuando el paro alcanzó el punto máximo de la crisis.

Ocupados. Asturias tuvo en los meses citados 18.400 personas más trabajando que en los meses finales de 2015. Hay que remontarse a 2008 para hallar un trimestre con un balance mejor. En España, la ganancia de ocupados fue de 413.900 personas.

Activos. La encuesta refleja, tanto para el conjunto del país como para Asturias, que el paro descendió más de lo que aumentó el empleo. Ese desfase se explica por la pérdida de población activa y supone que una parte de la caída del paro (el 35% de ella en el caso de Asturias) responde, no al hecho de que los parados encontraran trabajo, sino a circunstancias como el envejecimiento que resta personas en edad laboral, la emigración o el desánimo de aquellos desempleados que abandonan la búsqueda de ocupación laboral.

El limitado tamaño de la encuesta en las regiones uniprovinciales lleva con frecuencia a los investigadores económicos a restar relevancia a los resultados trimestrales de la EPA, a menudo muy volátiles, y a utilizar los promedios de todo el año para extraer conclusiones más fiables. Si se hace así, los resultados para Asturias certifican que 2016 fue el mejor ejercicio para la creación de empleo desde el inicio de la crisis. La región ganó casi diez mil puestos de trabajo. Registró una mejora tibia en la industria, con mil empleos más, y detuvo la sangría del campo, que según la EPA recuperó 700 ocupados, mientras que la construcción se mantuvo estable en torno a los 20.000 trabajadores. La recuperación la protagonizan básicamente los servicios, que ganaron 9.000 puestos de trabajo. Es un resultado congruente con el patrón de crecimiento económico de España y de Asturias, anclado principalmente en el consumo, y con las condiciones de mucho del trabajo creado: temporal, a tiempo parcial o autónomo.