España se excedió en el objetivo de déficit fiscal del año pasado en una décima pese a que le había sido ampliado el margen por la Comisión Europea (CE) en 1,8 puntos de producto interior bruto (PIB) -unos 19.500 millones de euros-, y en 2017 también vulnerará el compromiso de austeridad. El descubierto presupuestario alcanzará este año el 3,5% del PIB, cuatro décimas más de lo pactado (3,1%), lo que supondrá un deslizamiento al alza de más de 4.300 millones. Este doble diagnóstico de la Comisión Europea, anunciado ayer, supone que España podría ser el país europeo con mayor déficit fiscal y el único con desfase superior al 3% del PIB.

Aunque el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, no pidió ayer de forma expresa recortes adicionales a España, y dijo que el país "está en la buena senda", las autoridades europeas han sido en los últimos meses exigentes en el cumplimiento estricto tras la reiterada inobservancia de los compromisos por los Gobiernos de Rajoy. El año pasado, cuando Europa perdonó la sanción a España y Portugal por vulnerar el déficit de 2015, las autoridades comunitarias fueron conminatorias: "El 3,1% de déficit para 2017 es el 3,1% y no en torno al 3,1%". Y el pasado enero, cuando Bruselas ya vio que el déficit iba a situarse este año en al menos el 3,3%, el ejecutivo comunitario alertó al Gobierno de que debía estar preparado para hacer recortes de gasto o subidas de impuestos adicionales para reconducir la situación. Ahora la desviación estimada es de 4 décimas: hasta el 3,5%. Esto expone al país a nuevos ajustes y, en su caso, a otro posible expediente sancionador. Y más cuando en 2016 España debería haber dejado el déficit en el 2,8%, se le amplió el margen hasta el 3,6%, se le volvió a ampliar hasta el 4,6% y finalmente cerró en el 4,7%.

La UE estima que España culminará 2017 y 2018 con tasas de paro del 17,7% y 16% de la población activa, dos puntos menos de lo considerado antes por la Comisión. La previsión comunitaria apunta a que España crecerá el 2,3% este año y el 2,1% el próximo, tasas inferiores al 3,2% de 2015 y 2016 pero mucho mejores que las del área: la UE (en la que se espera que todos sus países tengan tasas positivas por vez primera en nueve años) avanzará el 1,6% en 2017 y el 1,8% en 2018. La predicción de la UE para España (coincidente con la del FMI ) es menos optimista que la del Gobierno de Rajoy, que espera crecimientos del 2,5% para este año y del 2,4% para el próximo.