Hemos finalizado las primeras jornadas del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) sobre sectores industriales asturianos que estaban enmarcadas en el análisis de cuatro de ellos. Junto con algunos temas estructurales se han establecido temas específicos, que podrán seguir desarrollándose en posteriores ediciones.
Los artículos de los conferenciantes, recogidos en este diario, han mostrado un análisis muy interesante y clarificador de cómo se ven los respectivos sectores, sus oportunidades y dificultades. También se han señalado las fortalezas de nuestra región para aprovechar las nuevas tecnologías en un desarrollo sostenible de la industria que es imprescindible para la economía asturiana.
Los enfoques de los diversos temas siempre han tenido una componente de sostenibilidad industrial en Asturias, y en consecuencia, ha sido recurrente la necesidad de tener una estrategia de futuro. Se ha indicado así la necesidad de tener una visión a largo plazo para el mantenimiento de la población asturiana, visualizar un futuro industrial, con promoción diferencial de los diversos sectores, alejándose de un escenario en que se pueda mantener cada vez menos población.
Nuestra comunidad tiene muchas cosas que decir y ofrecer en el sector industrial. La experiencia y conocimientos procedentes de nuestra tradición industrial son algunas de las ventajas que se deben manifestar, y que se han comentado ya en la inauguración de las Jornadas. Pero, habrá que insistir, que el mantenimiento de la cultura industrial, la existencia de una Asturias industrial potente requiere convicción y dedicación.
Requiere convicción por parte de todos, primero y fundamentalmente de la sociedad. Resulta difícil, o imposible, que se desarrolle la industria sin que exista aceptación e interés por parte de los elementos activos de la sociedad. Los inversores valoran de forma importante esa aceptación, pensando en la posible evolución y el comportamiento ante situaciones futuras.
Y también requiere dedicación, con una posición proactiva en asuntos como los siguientes:
-Para mejorar las infraestructuras en el sector, ajustar normativas, promover la innovación y las nuevos áreas, considerando el bienestar de la población y nuevamente la sostenibilidad.
-Para prever y adaptarse a la evolución tecnológica y a las exigencias que se van estableciendo de forma macroestructural. Ello también implica el análisis continuo por la administración, de las condiciones de la competencia en otras localizaciones geográficas.
-Se precisan señales de apoyo a la actividad industrial, en particular a la que tiene mayor componente de innovación e investigación. Algunas medidas pueden ser respecto a la reubicación de estructuras industriales con perfil innovador en zonas que tenían ese perfil, como la Vega o el Hospital de El Cristo, por decir algunas.
-Es fundamental para la continua renovación del tejido industrial el apoyo ágil a las nuevas start-up que, aparte de disponer de talento, necesitan rapidez y asumir riesgos en la toma de decisiones por parte de todos los agentes sociales.
Debemos crear el entorno para atraer el talento, para identificarlo y estimularlo, y para promover la cultura del esfuerzo. Habrá que aprovechar los campos en que tenemos un buen desarrollo, y ello precisa sobre todo estrategia. Resulta fundamental hacer atractivo el entorno industrial a los jóvenes formados, habiéndose indicado en las jornadas del RIDEA la existencia de una amplia oferta educativa.
Y debemos promover el optimismo, un mayor aprecio por lo nuestro. Debemos hacernos responsables de nuestro futuro, y dar pasos para explotar nuestras fortalezas, y también para apostar y abrir nuevos caminos.
Algunas cuestiones se trataron en estas jornadas con crudeza, como los problemas de la información pseudocientífica, o que con la globalización el ganador se lo lleva todo (como ya decía Abba), o que necesitamos trabajar y obtener dinero para poder gastar, y que la sociedad que pierde los empleos acaba desapareciendo.
Otros temas más específicos han tenido que ver con las necesidades de innovación y nuevos productos en cada sector. Los costes de energía se han mostrado por supuesto muy importantes para un buen número de sectores industriales, y es un asunto que está presente en muchas decisiones empresariales. La necesidad de una previsión de estos costes a largo plazo y las ventajas que podría tener la proximidad a los centros de producción eléctrica han sido también temas recurrentes en varias conferencias. En un libro editado por el Clúster de Industrias Químicas y de Procesos de Asturias hace unos años, se señalaban junto al suministro de energía, las buenas comunicaciones, los servicios logísticos y la existencia de mano de obra cualificada como claves, junto a otros aspectos también importantes, en la selección de localización por parte de las empresas.
Se ha mencionado mucho la configuración de Asturias, no solo de las ciudades, la importancia del medio rural y su relación con el entorno. Se deben aprovechar los valores de sostenibilidad ambiental que tenemos. La necesidad de personal adecuado para los diversos sectores es clave, y se ha señalado la disponibilidad de formación en enseñanza superior, aunque pueda faltar algún aspecto formativo de enseñanza de FP. Cuando se habla de analizar un sector, no se habla solo de sus aspectos específicos, hablamos de la sociedad, del consumidor, de los medios de comunicación, hablamos de las condiciones externas que permitan jugar a la empresa.
En fin, también se han tratado otros temas más generales, y algunas preguntas que quedan en el aire sobre lo que se pueda hacer:
-Para que los jóvenes vean en la región posibilidades de desarrollo profesional y personal, aliviando el problema demográfico de Asturias.
-Para hacernos más visibles en el exterior y que los inversores vean las posibilidades de esta tierra.
Y por supuesto qué podemos hacer para que otros aspectos culturales se mantengan y se desarrollen, acompañando y promoviendo a la industria.
El desarrollo positivo de la cultura industrial requiere la participación de muchos y diversos agentes; los diversos sectores involucrados directamente, las distintas administraciones, los medios de comunicación, los organismos educativos y de investigación. Convendrá que se valore socialmente la contribución de cada uno a este desarrollo industrial.
Conectando finalmente con lo que decía en el artículo inicial de las jornadas del RIDEA, conviene aseverar que Asturias tiene una gran cultura industrial que quiere seguir desarrollando, y que esto requiere una programación a largo plazo, y demostrarlo con las adecuadas actividades en esa dirección.
El desarrollo de la cultura industrial es importante para seguir haciendo la Asturias industrial.
