Convertir la regasificadora de El Musel en un almacén para el gas natural que se extrae en Yamal, en la región de South Tambey, en el norte de la Federación Rusa, requiere de una inversión de 89.251.133 euros y unas obras que se prolongarán durante tres años y que Enagás prevé a ejecutar entre 2019 y 2022. Así se recoge en el proyecto elaborado por Enagás en noviembre de 2014 y que ahora saca a información pública el Puerto de Gijón.

El proyecto supone modernizar el actual pantalán de atraque de la regasificadora y construir un segundo. La construcción de este último imposibilitará que se acabe instalando una gran terminal de graneles líquidos en la ampliación de El Musel -uno de los tres pilares que justificaron la ampliación, junto a la regasificadora hibernada y la terminal de graneles sólidos en el Muelle Norte, inexistente- ya que el segundo pantalán de la regasificadora se ubicará en lugar previsto para la terminal de graneles líquidos.

La clave del proyecto que Enagás es acelerar los transbordos de gas natural licuado, con sistemas de bombeo para la recarga de metaneros que triplican holgadamente la velocidad de transferencia de los actuales, y con la posibilidad de hacer trasvases de un barco a otro, sin necesidad de que el gas licuado pase por ninguno de los dos tanques de almacenamiento de la regasificadora, de 150.000 m3 cada uno. También se incrementará la presión de trabajo para reducir las pérdidas por evaporación.

El proyecto Yamal entró en funcionamiento el año pasado e irá incrementando su producción de gas natural hasta superar en 2018 los 15 millones de toneladas al año. Enagás perdió en 2015 un contrato para almacenar 8 millones de toneladas al año, que Yamal Trade adjudicó a Fluxys, empresa que gestiona la planta de gas licuado del puerto belga de Brujas.

Enagás ha presentado su proyecto inversor al Puerto para solicitar una ampliación por 14 años de la concesión de los terrenos que ocupa en El Musel, con lo que pasaría de expirar en octubre de 2044 a la misma fecha de 2058.