Emilio Saracho asumió ayer la presidencia del Banco Popular en sustitución de Ángel Ron, cuya gestión fue severamente criticada por algunos de los accionistas asistentes a la junta general. Hubo peticiones de responsabilidad social a los gestores del banco y críticas por el plan de pensiones que cobrará Ron. Pedro Larena fue reelegido como consejero delegado. El vicepresidente de Popular, Roberto Higuera, que presidió la asamblea, garantizó que la entidad "no va a la liquidación" e insistió en que es un "gran banco".