"He tenido que vender la mitad de mis bienes, no me quedé en la calle de milagro". El testimonio de Leonor del Corral ejemplifica como pocos la diferencia existente entre pagar el impuesto de sucesiones. A esta leonesa el gobierno del Principado de Asturias le acaba de cobrar 470.000 euros por una herencia por la que en su día tuvo que tributar sólo 3.700 euros en León. El caso llegó a enfrentar a dos administraciones autonómicas y obligó a intervenir a la Junta Arbitral del Ministerio de Hacienda.

Todo empezó en 2011 con el fallecimiento de su padre. Durante años el hombre había residido en Asturias con su familia pero una década antes de morir Julio del Corral se empadronó en Sahagún, su localidad natal situada en la provincia de León.

"Cuando finalmente falleció, pagamos 3.700 euros en impuestos para recibir los bienes. Mi padre no tenía mucho, una finca en León y un piso en Asturias. Pensábamos que ahí había acabado todo pero lo peor llegó después", recordó ayer Leonor del Corral sin querer cuantificar exactamente el importe de lo heredado. Según un ejemplo tomado del Registro de Asesores Fiscales (REAF), en esa época por una herencia de 800.000 euros se tributaban 162.618 en Asturias.

Según el testimonio de la denunciante dos años y medio después de haber recibido la herencia de su padre, la Administración del Principado llamó a su puerta y le pidió 370.000 euros. "Vinieron a por mí como pirañas, dijeron que mi padre residía en Asturias y tenía que pagar allí", recuerda del Corral. Era el año 2013 y acaba de morir la madre de la leonesa, residente en Asturias. "Vivían separados porque mi padre había querido regresar al pueblo", aclara del Corral haciendo hincapié en que ni ella ni su padre "pisábamos habitualmente" el Principado. "Sólo íbamos en Navidad", insiste.

La pelea entre Administraciones llegó hasta el Ministerio de Hacienda. Ante la Junta Arbitral tuvieron que declarar hasta las monjas que residen en el convento al que el fallecido acudía a diario para ir a misa. Pero su testimonio no sirvió de nada. "Al final los encargados de decidir dijeron que había dudas, que no se había acreditado suficientemente la residencia efectiva en Sahagún y que por tanto tenía razón el Principado. "Me expoliaron el patrimonio que consiguieron juntar mis padres trabajando", lamenta la leonesa con la resignación de saber que ahora, una vez pagado el impuesto, sólo le queda la resignación de denunciar públicamente su caso. Y es que la leonesa tuvo que sumar a los 370.000 euros que le pedía el gobierno asturiano los 100.000 que le exigieron como recargo por no pagar a tiempo. Del Corral critica, además, la burocracia a la que se enfrentó. "Me hicieron ir a Oviedo hasta ocho veces", insiste.