La empresa de alimentación estadounidense Pepsico y la cadena minorista británica Boots anunciaron ayer planes para cerrar partes de su negocio en el Reino Unido que ponen en riesgo un total de 780 puestos de trabajo. Pepsico avanzó su intención de clausurar su factoría en Peterlee (norte de Inglaterra), con 380 empleados, para mejorar la "eficiencia" de sus operaciones, mientras que Boots confirmó que cerrará 220 de sus 330 tiendas de revelado de fotografía, un proyecto que amenaza 400 puestos. Los anuncios se producen en puertas de que el país active la petición de salida de la UE.