Los principales responsables del equipo de inspección del Banco de España en Bankia en el momento de su salida a bolsa dijeron ayer al juez que los correos críticos con el futuro bursátil de la entidad que envió a su superior el inspector José Antonio Casaus eran meras opiniones que no daban una visión de conjunto y que incurrían en algunas contradicciones.

El que fuera jefe del grupo de inspectores que supervisó a BFA-Bankia antes de la salida a bolsa, Pedro Comín, declaró que mostró los correos sólo a su superior directo, Pedro González, con el que los examinó. Así lo ha confirmado González, quien dijo estar convencido de que la antigua cúpula del regulador, entre otros el exsubgobernador Javier Aríztegui, conocía esta información ya que existía una relación fluida entre departamentos. Para Comín, las impresiones de Casaus eran a futuro, precipitadas, en algunos casos erróneas y no estaban lo suficientemente pensadas.