Líderes de grandes compañías asturianas apelaron ayer a la necesidad de apostar por la excelencia en la formación y por rentabilizar el talento de los asturianos. Entre ellos, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Pedro Luis Fernández, hizo un ejercicio de autocrítica al señalar, en alusión a las empresas y a las clases directivas: "No damos oportunidades a los jóvenes y, encima, les pagamos cuatro pesetas". Fue en el transcurso de un coloquio en el que se abordaron algunos de los grandes desafíos de la economía regional: el cambio tecnológico, la formación, el envejecimiento demográfico o las infraestructuras.

En el encuentro, organizado en Oviedo por la consultora KPMG, participaron, además de Pedro Luis Fernández; Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank; Eva Rodríguez, consejera delegada de la cadena de supermercados Masymas; Ángela Santianes, presidenta de Du Pont en España y Portugal, y José Armando Tellado, director general de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa Food).

Según el presidente de la FADE, las generaciones que tienen ahora el control directivo o un mayor protagonismo laboral en las empresas tienden a "protegerse" y a no abrir paso a gente más joven. En Asturias, remarcó, una proporción significativa de los parados de menor edad "tienen mucha formación, pero no les damos oportunidades".

Esa reflexión se suscitó a raíz de otras referidas a la estrategia que debería seguir Asturias para rentabilizar el talento. Ángela Santianes planteó que la educación dé un giro hacia el modelo estadounidense, para dar más relevancia a las llamadas "habilidades blandas" ("soft kill", para los anglosajones, como la capacidad de iniciativa, de liderazgo, de trabajar en equipo...). Y Manuel Menéndez se desmarcó de la idea de que "formar a las personas aquí y que luego se vayan sea tirar el dinero". "Es un enfoque reduccionista; el talento se mueve, y lo mismo que unos se van otros pueden venir; la región debe explotar sus atractivos para atraerlo".

Eva Rodríguez y Ángela Santianes metieron en el debate la cuestión de las infraestructuras al enunciar los retos de la economía asturiana. "Es urgente acabar el AVE y sigo sin ver que sea competitivo el precio del billete de avión a Madrid", dijo la ejecutiva de Masymás. "Es importante una salida por mar más eficiente", comentó la responsable de Du Pont a propósito de los puertos.

"Tenemos carencias en infraestructuras, pero hemos mejorado. Y nunca fue menos importante el posicionamiento geográfico. Podemos llevar a cualquier lugar del mundo nuestros productos y servicios y también pueden venir otros aquí a competir desde cualquier lugar del mundo", opinó Pedro Luis Fernández, de FADE, sobre los efectos de la revolución tecnológica y la globalización.

Manuel Menéndez sugirió que la apuesta por el ferrocarril de alta velocidad es excesivamente costosa y que "quizás" hubiera sido más oportuno mejorar las conexiones aéreas. "A mí me viene muy bien para ir a Salas, pero no sé si la autovía de la Espina está justificada", dijo en otro momento el primer ejecutivo de Liberbank y expresidente de Cajastur, de origen salense.

José Armando Tellado, al frente del primer grupo lácteo asturiano, puso el foco sobre la necesidad de que la región disponga de estrategias definidas y ambiciosas para encarar el futuro y de que las decisiones sobre cómo emplear los recursos se estudien y fundamenten con rigor. Y previno sobre el desafío que para las empresas y para el conjunto de la sociedad supone el proceso de digitalización de la economía: "O te transformas o te transformarán, porque la ausencia te deja fuera del mercado y te convierte sólo en paisaje".