Los ministros de finanzas del G-20 reunidos ayer en Alemania no lograron aprobar una declaración de apoyo a un sistema de comercio global abierto debido a la oposición de EE UU. El documento final hace una mera referencia simbólica a la necesidad de fortalecer la contribución del comercio a la economía, con lo que se pone fin a una década de rechazo sin fisuras al proteccionismo. Supone una clara derrota para Alemania y un triunfo de la Administración Trump. Preguntado sobre el país de Ángela Merkel, que acumula uno de los mayores superávits exteriores, el secretario del Tesoro estadounidense, Mnuchin, abogó por "corregir los desequilibrios globales en el comercio".