Murcia aplicará en 2018 una reducción casi completa del impuesto de sucesiones que beneficiará a los herederos más directos (hijos, nietos, cónyuges y padres). Con esa reforma, la región murciana pasará a engrosar la relación de comunidades autónomas donde el tributo es prácticamente simbólico para ese tipo de familiares con independencia del valor de las herencias. En Asturias, están exentos de tributación los primeros 200.000 euros de la base imponible desde el pasado enero, y el Gobierno socialista y el PP negocian una ampliación hasta los 300.000.

El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, anunció el pasado fin de semana, tras su reelección como máximo dirigente del PP en su región, que a partir del próximo año la bonificación fiscal para los herederos directos en la cuota tributaria del impuesto pasará del 60% actual al 99%. Esa propuesta llega mientras el mandatario murciano está en el centro de la controversia política al ser investigado por presuntos delitos de prevaricación, fraude y malversación de fondos.

El consejero murciano de Hacienda, Andrés Carrillo, justificó ayer la práctica supresión del impuesto al considerarlo especialmente "injusto". Subrayó que el tributo obliga a muchas familias a pagar cuando reciben un bien en herencia que no pueden vender, como ha ocurrido en los últimos años con las propiedades inmobiliarias. Y añadió que cuando los herederos no tienen dinero para liquidar el impuesto se verían obligados incluso a pedir un crédito para pagarlo.

La Administración murciana aplicaba hasta 2015 una bonificación del 50% en el impuesto (para los hijos del fallecido y otros familiares cercanos) que en 2016 se elevó al 60%. Este beneficio alcanza a todos los herederos con ese grado de parentesco con independencia del valor de los bienes que reciban y de su patrimonio personal.

Ese mecanismo tiene efectos como los siguientes: una persona que hereda 800.000 euros tributa ahora en Murcia unos 65.000 euros, la mitad de lo que pagaría si fuera asturiano (134.385); en cambio, si la herencia es modesta y el valor de lo recibido es de 200.000 euros, en Asturias no se paga nada y en Murcia se tributan algo más de 10.000. Es así por la reducción de 200.000 euros que desde este año existe en Asturias, y que libera de tributar por las herencias más modestas.

La futura bonificación del 99% meterá a Murcia entre las regiones donde los herederos directos pagan sólo cantidades simbólicas con independencia de los bienes que reciban. En la actualidad, hay tres autonomías que pueden encuadrarse en este grupo de paraísos para las herencias: Canarias, donde la bonificación sobre la cuota tributaria es del 99,9%; Cantabria, con el 90%, y Madrid, también con el 90%.

La Rioja, Baleares y Cataluña son regiones que tienen asimismo un tratamiento muy favorable para las herencias elevadas, en comparación con el que se produce en Andalucía, Extremadura, Aragón y Asturias, los lugares donde, por ese orden, más tributa una persona que herede 800.000 euros, según un ejemplo elaborado por el Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) y cuyos resultados se reproducen en el gráfico a la derecha de estas líneas.

Asturias reformó el tributo de sucesiones desde enero, con la entrada en vigor de la reducción por parentesco de 200.000 euros en la base imponible, lo que de hecho elimina la tributación para las herencias inferiores a esa cantidad y la aligera para el resto. Los acuerdos presupuestarios entre el PSOE y el PP incluyeron el compromiso de abordar durante este año una nueva reforma que eleve la citada reducción hasta los 300.000 euros.

La negociación, que ya está en marcha, comprende también cambios en la deducción sobre el valor de la vivienda habitual del fallecido, para reducir el número de años durante los cuales el heredero queda obligado a mantener el inmueble en su propiedad. También se prevén ajustes en el tratamiento de las empresas familiares y una rebaja en la tarifa de la versión del impuesto que grava las donaciones entre vivos.